Un rayo provocó la muerte de 27 vacas en una finca ganadera ubicada en la parroquia de Quintá, en Rodeiro, Pontevedra, en la comunidad autónoma de Galicia, al noroeste de España.
El trágico incidente ocurrió el domingo por la tarde, cuando una fuerte tormenta eléctrica afectó la zona. Suso Montes, representante de la cooperativa O Rodo —a la que pertenece la finca afectada— explicó que los dueños del ganado regresaban a la granja cuando, al pasar cerca de un transformador eléctrico, un rayo impactó en la estructura y provocó una explosión que mató de forma instantánea a 27 vacas.
Tanto la mujer, de 58 años, como su esposo, que la acompañaba en un tractor, resultaron ilesos.
La familia afectada calcula que la pérdida de las 27 vacas les costará cerca de 50,000 euros. Aunque tenían el ganado asegurado, temen que el seguro no cubra todos los daños sufridos.
Aunque no ocurren con frecuencia, Galicia ya ha vivido episodios similares. En 2016, un rayo alcanzó a trece reses en Abadín (Lugo) y las mató de inmediato. En 2020, otra descarga eléctrica golpeó a dos vacas que se habían refugiado bajo unos árboles en A Fonsagrada, provocándoles la muerte.
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¿Por qué los rayos representan un peligro mortal para el ganado?
Los rayos afectan al ganado principalmente de dos maneras: por impacto directo o, como ocurrió en Rodeiro, a través de un fenómeno llamado «tensión de paso». Este sucede cuando un rayo descarga en el suelo o una estructura cercana y la electricidad se extiende por el terreno, creando diferencias de voltaje entre puntos muy próximos.
Las vacas son particularmente vulnerables porque la separación entre sus patas delanteras y traseras las expone a distintos niveles eléctricos. Esto provoca que la corriente atraviese su cuerpo, lo que puede ocasionar un paro cardíaco inmediato y la muerte del animal.