Miles de fieles han acudido al Vaticano para despedirse del Papa Francisco, pero la solemnidad del momento se ha visto opacada por la ola de selfies y videos tomados frente a su féretro.
Desde el anuncio del fallecimiento del Papa Francisco, la Basílica de San Pedro ha recibido a más de 50,000 personas que han llegado a rendirle homenaje. Sin embargo, lo que debía ser un acto solemne y de recogimiento se ha visto empañado por un comportamiento que ha causado molestia y críticas: decenas de personas se han detenido frente al féretro abierto para tomarse selfies, grabar videos e incluso posar sonrientes, compartiendo posteriormente estas imágenes en redes sociales convirtiéndolo en una oportunidad para acumular ‘likes’.
Martin Gilsenan, turista inglés, declaró a un medio local: “Se les pedía a las personas que guardaran los palos de selfie al llegar al frente. Habían muchos que se mostraban molestos por quienes usaban el teléfono en ese momento”. Su esposa, Catherine, añadió: “Me pareció de muy mal gusto ver teléfonos sacando fotos. Me sorprendió que lo permitieran”.
Janine Venables, turista galesa, expresó: “Nos habían pedido no sacar fotos. Sin embargo la gente se sacaba selfies con el ataúd. Me pareció completamente fuera de lugar”.
Las imágenes captadas durante estos momentos han inundado las redes sociales, generando un debate sobre los límites del comportamiento en espacios sagrados y la cultura digital del espectáculo.