San Vicente es cuna de platillos tradicionales que ocupan un lugar especial en el corazón de sus habitantes. Uno de los más emblemáticos es la torta de tuza, un pan dulce cuya receta ha sido heredada de generación en generación y que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo parte esencial de la mesa vicentina.
«Cuando decimos el pan de tuza, estamos hablando del sabor vicentino. Aquí fue mi suegra, la niña Lolita Rodríguez, ella fue la que inició de hecho la panadería y luego se enfocó en la torta de tuza. Ahora, somos nosotros, sus nietos, mi esposo y yo y todos los que estamos aquí en la panadería y todos seguimos haciendo la torta de tuza sin perder la tradición», comentó Cristina Rodríguez, una de las panaderas.
Fotografías: Fabiola Hernández.
¿Cómo se prepara la torta de tuza?
Desde muy temprano, en la panadería «Lolita», ubicada en la colonia San Roque, los miembros de la familia Rodríguez se alistan para iniciar con el proceso de preparación de este manjar vicentino.
Uno de los primeros pasos es pesar los ingredientes para luego integrarlos, pero las cantidades deben ser exactas, ya que cada elemento le da un toque especial a la masa.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Fabiola Hernández.
«Primeramente se hace el proceso de la levadura, que es harina, levadura y huevo. Se remoja la masa y se deja que crezca, cuando la masa ya ha «soltado», así le llamamos. Cuando ya «soltó» la masa se procede a echar azúcar, huevo y por último la manteca», indicó Yanira Flores, panadera.
Una vez integrados todos los ingredientes y tras varios minutos en la batidora, se inicia el proceso de moldeo, clave para lograr una masa con la textura adecuada y una fusión de sabores perfecta.
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¿Qué sigue?
Después del moldeo, se coloca la tuza en los moldes, un paso esencial que aporta el sello distintivo del pan. La tuza, previamente lavada, se acomoda cuidadosamente en cada molde, impregnando la masa con ese toque único de sabor que caracteriza a esta popular delicia vicentina.
«La tradicional tuzita para las tortas de tuza, las tortas vicentinas, le da un toque diferente porque bueno proviene del maíz, este es un toque muy rico, diferente a la torta de lata, por eso los clientes prefieren la torta de tuza muchos por su sabor que es diferente a la torta tradicional normal», señaló Rodríguez.
Después de este paso, las tortas pasan a los hornos de barro, donde permanecen varios minutos hasta alcanzar su punto ideal de cocción. Poco a poco, un delicioso aroma comienza a invadir cada rincón de la panadería, anunciando que están listas. Por las tardes, muchos vicentinos se acercan con entusiasmo para llevar a casa su esperada torta de tuza, símbolo de tradición y sabor local.
