Tiburón fue el estreno de verano del 20 de junio de 1975 en Estados Unidos. Fue una de las primeras películas que dirigía un joven visionario y prometedor, un tal Steven Spielberg, entonces de 28 años.
“Jaws” (su nombre original en inglés) es ahora una película de culto, que marcó un antes y un después en la historia del cine. Parecía que era solo un film de terror acuático, pero la mezcla de suspenso, tensión, una banda sonora inolvidable y la dirección brillante dejó una huella profunda en Hollywood.
Tiburón, el primer blockbuster
Fue el primer «blockbuster» del verano estadounidense. La gente hacía filas interminables en los cines para verla. El apoyo del público que consiguió Tiburón fue descomunal. Tanto así que llegó a convertirse en la película más taquillera de la historia. Superó a la mítica “El Padrino” de Marlon Brando, pero su reinado fue breve, ya que la entrañable “Guerra de las galaxias” con Harrison Ford la destronó solo dos años después.

La película de Spielberg fue todo un acontecimiento cultural, que despertó el fenómeno fan y generó miedo al mar y a los tiburones. Era difícil separar la ficción de la realidad y la imagen de los tiburones como asesinos los marcó de manera irremediable e infundada.

Bruce, el tiburón que fallaba
La historia está basada en hechos reales. Peter Benchley escribió el libro “Jaws” que se inspiró en una serie de ataques de tiburón ocurridos en 1916 en la costa de Nueva Jersey, donde murieron cuatro personas. Este libro fue la base del guion de la película.
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El rodaje inició en mayo de 1974. Fue caótico. Estaba previsto que durara 55 días, pero se extendió a 159. El rodaje en el mar, los problemas técnicos y actores mareados, lo complicaron todo.

La película necesitaba la presencia de un enorme tiburón, por lo que se crearon tres costosas réplicas mecánicas del escualo, de 7 metros y medio de largo cada una. Fueron llamadas Bruce en honor al abogado de Spielberg. Pero los tiburones fallaban, se estropeaban por el salitre y era difícil manejarlos.
Ante estos problemas, Spielberg tomó una decisión providencial, mostrar menos al enorme tiburón. Esto aumentó la tensión y el suspenso, convirtiéndose en una de las claves del éxito de la película.
Una película imprescindible
Tiburón ganó 3 premios Oscar: Mejor sonido, mejor montaje y mejor banda sonora, que fue compuesta por el genial John Williams. Perdió en la categoría de mejor película frente a “Atrapado sin salida” (Alguien voló sobre el nido del cuco) de Jack Nicholson.

Como sea, Tiburón ocupa un sitio especial en la historia del cine. Fue una película pionera en la exploración de la mercadotecnia con camisetas, juguetes, vasos y libros, entre otras cosas, algo que luego perfeccionaría Star Wars y, sobre todo, Disney.
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