Según el estudio anual de la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU), el Índice de Democracia de El Salvador disminuyó de 4.7 en 2023 a 4.6 en 2024. En una escala de 0 a 10, el país obtuvo bajos puntajes en aspectos como funcionamiento del gobierno (3.2) y cultura política (3).
Además, el estudio clasifica a El Salvador como un “régimen híbrido”, al igual que México, Guatemala, Honduras y Ecuador.
Cabe destacar que el Índice de Democracia de la revista británica The Economist evalúa el estado democrático de 165 países y los clasifica en democracias plenas, defectuosas, regímenes híbridos y autoritarios. Los criterios para la evaluación se basan en cinco criterios claves, estos son:
- Proceso electoral y pluralismo
- Funcionamiento del gobierno
- Participación política
- Cultura política
- Libertades civiles
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Daniel Ayala.
El mismo otorga una calificación de cero a diez, donde cero representa la ausencia total de una democracia y diez una democracia plena.
En la edición de 2024, El Salvador se mantiene como un régimen híbrido, con una ligera disminución en su calificación, pasando de 4.71 en 2023 a 4.61 en 2024. Con respecto a las diferentes categorías evaluadas, el país obtuvo 6.17 en proceso electoral y pluralismo, 3.21 en funcionamiento del gobierno, 5.56 en participación política, 3.13 en cultura política y 5.0 en libertades civiles.
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¿Qué implica que El Salvador se categorice como un «régimen híbrido»?
Ruth López, jefa anticorrupción de Cristosal, destacó que «El Salvador, hasta 2019, había sido una democracia defectuosa, pero después pasó a ser un régimen híbrido. ¿Qué significa esto? Que tiene algunas características de autoritarismo y algunas características también de un sistema democrático».
De acuerdo con el informe, los países en la categoría de «régimen híbrido» poseen características como un sistema de contrapesos deficiente, algo que, según analistas, podría ser la razón de la disminución en la valoración del país.
Sobre este punto, Óscar Picardo, investigador de la UFG, señaló que «piden un régimen fuerte, valoran un régimen fuerte, donde el poder ejecutivo acapara por decisiones electorales y las demás funciones de los otros poderes, tanto el judicial como el legislativo. Eso es lo que genera el estado híbrido: no tener una democracia plena con separación de poderes, controles y contrapesos».
Un futuro político incierto
Respecto al futuro, expertos opinan que la eliminación de la deuda política podría inclinar la balanza hacia la consolidación de un partido único en el país, por ello, Picardo advirtió:
«Probablemente, los demás partidos se debiliten mucho más y eso deberíamos considerarlo como un riesgo, que pudiéramos pasar la frontera hacia el modelo más autoritario».
A pesar de esta baja, El Salvador subió del puesto 96 al 95 en el ranking global. Según el informe, solo el 6.6 % de la población mundial vive en democracias plenas, mientras que el 15.7 % reside en regímenes híbridos como el salvadoreño.