Según datos del Banco Central de Reserva, las remesas familiares aumentaron un 15.2 % en los primeros cuatro meses del año. El promedio mensual de envío aumentó en $56 millones, esto representa un mayor flujo de dinero hacia las familias salvadoreñas, al comparar las cifras con el mismo período del año pasado.
Además, las operaciones por montos inferiores a $499 pasaron del 73.1% al 74.2%, lo que sugiere un aumento en la frecuencia de envíos más pequeños. Aunque no todas las operaciones son solo para consumo, de acuerdo con economistas.
“Existen una atomización del envío, las personas están haciendo más transacciones al mes. Una desventaja es que se pagan mayores comisiones por más envíos, pero el impacto positivo es que aumenta la cuantía total recibida por el país”, explicó el economista, Nelson Rivera.
Por su parte, Carlos Acevedo, economista, detalló que este es un “incremento llamativo porque la economía norteamericana no está en muy buen estado de salud. Envían dinero para el mantenimiento de la familia que sí se utiliza en consumo, pero envían una cuota de $500 o $1,000 o más para pago de una vivienda”.
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Mientras que en El Salvador, los que dependen de remesas familiares, afirman que reciben más dinero y en menor tiempo. Incluso, si ese dinero extra es invertido en un pequeño negocio.
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