Mark Carney, exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, fue elegido el domingo como el nuevo líder del Partido Liberal y próximo primer ministro de Canadá, en sustitución de Justin Trudeau.
Carney, político novato de 59 años, obtuvo un respaldo contundente con el 85.9 % de los votos, según el recuento final informado por el presidente del Partido Liberal, Sachit Mehra, muy por delante de la exministra de Finanzas Chrystia Freeland, quien obtuvo apenas el 8 %.
Con su llegada al liderazgo, Carney asume el reto de dirigir la respuesta de Ottawa ante las políticas del presidente estadounidense Donald Trump.
Mark Carney se convertirá en primer ministro en los próximos días, tras un traspaso de poder una vez que se forme el gobierno.
Aunque Canadá tiene previsto celebrar elecciones en octubre, no se descarta un adelanto en las próximas semanas.
Carney sobre las altas tensiones entre Canadá y Estados Unidos
«No podemos permitir que Trump gane», advirtió el domingo Carney durante su discurso de victoria en Ottawa.
«Los estadounidenses quieren nuestro país», añadió, y planteó que Canadá debe «construir una nueva economía y crear nuevas relaciones comerciales», a propósito de las fuertes tensiones con el presidente estadounidense Donald Trump.
Carney era el favorito desde enero, cuando se conoció la renuncia de Trudeau, tras 10 años en el poder y en pleno caos político.
El exdirector del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra superó a sus rivales en cantidad de fondos recogidos. Ahora deberá cargar sobre su espalda la responsabilidad de enfrentar a Trump y sus ataques.
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«Estamos confrontados a la crisis más grave de nuestra existencia. Todo, en mi vida, me preparó para este momento», había declarado Carney en su último acto electoral el viernes.
Su mensaje buscaba posicionarlo como un hombre con experiencia, habituado a gestionar crisis, lo que parece haber surtido efecto en medio de un conflicto histórico con su vecino.
Carney será el primer jefe del Ejecutivo en su país que no ha sido antes legislador ni ha ocupado ningún cargo gubernamental en Canadá.
Trump no solo lanzó una guerra arancelaria contra sus vecinos del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte, sino que insiste en que quiere que Canadá sea el estado 51 de Estados Unidos.
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