El mundo del espectáculo está de luto por la muerte de una de sus figuras más inusuales pero queridas. Morris, el caimán actor que saltó a la fama en la década de los 80 por su impresionante presencia en el cine, falleció esta semana en la granja Colorado Gator, donde pasó sus últimos años.
Morris fue una figura muy peculiar del cine de terror y comedia. Su debut cinematográfico fue en 1980 con «Alligator», una cinta que hizo saltar a más de uno de su asiento al presentar a un caimán gigante que acechaba desde las profundidades de las alcantarillas. En esa producción y en su secuela «Alligator II: The Mutation».
Video/TCS
Morris rápidamente se ganó el respeto de entrenadores y directores por su calma y capacidad para actuar en el set. Su versatilidad lo llevó incluso a aparecer en películas de comedia como «Happy Gilmore» y «Dr. Doolittle 2», demostrando que podía adaptarse a distintos géneros.
Tras una carrera de más de 30 años en Hollywood, Morris se retiró en 2006 y lo llevaron a Colorado Gator, una granja de reptiles en Estados Unidos que se convirtió en su hogar definitivo. Allí lo trataban como toda una celebridad y atraía a cientos de visitantes que deseaban conocer al caimán que alguna vez aterrorizó y divirtió a millones en la pantalla grande.
A través de su cuenta de Instagram, la granja confirmó la triste noticia con un video que muestra a Morris siendo pesado. “Hemos decidido conseguir taxidermiado a Morris para que pueda seguir asustando a los niños durante años. Es lo que él hubiera querido. Seguimos adelante e hicimos un video de su peso para que la gente pudiera entender lo enorme que era realmente. Gracias por las cosas maravillosas que todo el mundo ha dicho sobre él”, escribieron en la publicación.