En la sección Cafecito con Mamá de Viva la Mañana estuvo como invitada especial Ana Pao Sifuentes, quien compartió su experiencia y reflexiones sobre los desafíos que enfrentan las madres al criar hijos en la era digital.
“La maternidad siempre ha sido un reto, pero hoy en día lo es aún más por la manera en la que ha cambiado nuestro entorno. Estamos en una era virtual completamente diferente a la que nos tocó vivir cuando éramos pequeñas”, expresó Ana Pao, haciendo énfasis en que el acceso a la tecnología plantea grandes responsabilidades para los padres.
Uno de los puntos centrales de la conversación fue el uso de dispositivos móviles en los niños. Ana Pao compartió que, hasta la fecha, su hijo mayor no tiene celular y que considera que “para todo hay una edad”. “No hay que correr antes de caminar. El día que estén más grandes y sepan utilizar un celular de forma correcta, entonces se los vamos a dar. Siento que están muy pequeños aún y este no es el momento”, aseguró.
Sobre cómo manejar el tema del uso de pantallas, comentó que la clave está en mantenerse bien informados y actuar en sintonía con la pareja. “Es importante que mamá y papá estén en la misma línea, eso es clave en la crianza. También debemos pedir consejos a otras madres, aprender de quienes ya han pasado por estas etapas”, añadió.
Ana Pao también reconoció que muchas madres hoy no solo se encargan del hogar, sino que además trabajan fuera de casa, y al llegar cansadas, es común que se delegue el entretenimiento de los niños a los dispositivos. Sin embargo, hizo un llamado a equilibrar esa práctica y estar atentos: “Es nuestra responsabilidad como padres estar presentes, regular los horarios frente a las pantallas y enseñarles que el celular no es solo para ver videos o tomar fotos, sino también una herramienta de trabajo”.
Cuando sus hijos le han preguntado por qué ella pasa tiempo en el teléfono, Ana Pao ha aprovechado esos momentos para explicarles que se trata de una herramienta laboral. “Les digo que mamá está trabajando, que no todo es entretenimiento, y eso también educa”.
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Además, destacó otras consecuencias del uso excesivo de dispositivos: el impacto en la vista, la disminución del tiempo para jugar con otros niños y la pérdida de momentos valiosos. “La niñez pasa en un abrir y cerrar de ojos, y si no estamos presentes, la perdemos. Por eso, más allá de la tecnología, debemos priorizar la convivencia, el tiempo de calidad y los recuerdos que formamos junto a ellos”.
