Regalar un dulce por hacer la tarea o prometer un juguete por buenas calificaciones puede parecer una forma eficaz de motivar a los niños. Sin embargo, esta práctica podría afectar en su desarrollo emocional y su capacidad para motivarse por sí mismos.
La psicóloga María Fernanda Luna advirtió que ofrecer premios materiales constantemente puede generar una desmotivación a largo plazo. “Tener recompensas inmediatas y materiales tiene una gran carga en el desarrollo psicológico y emocional de los niños. A la larga, se comportan o aprenden solo por una recompensa externa”, explicó.
En el entorno escolar, los premios también son comunes como estrategia motivacional. Sin embargo, su uso inapropiado puede generar problemas, manifestó la pedagoga infantil Evelyn Campos. “Si no hay una intención pedagógica clara, los niños pueden sentir que con poco esfuerzo obtendrán premios y validación, lo que afecta su sentido del mérito”, indicó.
¿Cómo motivar a los niños sin premios materiales?
Especialistas coinciden en que hay formas más efectivas y saludables de incentivar el esfuerzo infantil. Las especialistas sugieren centrarse en el proceso más que en el resultado. “Las estrategias más efectivas son elogiar, validar el esfuerzo, acompañar el proceso y fomentar la disciplina. Eso construye una base emocional más fuerte que cualquier juguete”, asegura Campos.
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“Es esa que impulsa a hacer las cosas por el gusto de aprender o mejorar, es esencial en la formación de valores como la responsabilidad y la empatía”, manifestó Luna.
Asimismo, insistió en buscar un equilibrio. “Es importante que los niños se muevan porque quieren hacer bien las cosas. Podemos empezar con recompensas, pero que estas sean elogios o gestos afectivos, más que objetos materiales”.
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