La Organización Panamericana de la Salud (OPS) encendió las alarmas ante una preocupante caída en la formación de nuevas enfermeras en la región de las Américas, lo que podría derivar en un déficit de al menos 200,000 profesionales en los próximos años.
La advertencia se fundamenta en varios factores, como las malas condiciones laborales, la falta de políticas públicas claras y las limitaciones económicas que enfrentan muchos estudiantes para completar su formación.
En El Salvador, esta tendencia podría afectar gravemente la calidad de la atención médica. Aunque instituciones como la Universidad Andrés Bello (UNAB) mantienen estable la matrícula de estudiantes de enfermería, el número de graduados es menor del esperado.
Video/ TCS/ Reporte por Lissette Santamaria.
“Sí estamos formando enfermeras a nivel país, pero quizás para poder cubrir toda la demanda de atención, es insuficiente”, señaló Miriam de Marroquín, decana de la Facultad de Enfermería de la UNAB.
Además, uno de los obstáculos más comunes es la necesidad de que los estudiantes trabajen mientras estudian, lo que muchas veces los obliga a abandonar la carrera. “La parte económica de la familia es baja, y ellos no pueden sostenerse”, agregó la decana.
Atención de enfermeras en hospitales
De acuerdo con estándares internacionales, una enfermera debería atender entre cuatro y seis pacientes en hospitalización general. En cuidados intensivos entre uno y dos. Sin embargo, en hospitales públicos salvadoreños, los usuarios denuncian que esta proporción está muy lejos de cumplirse. “Hay muy pocas enfermeras, se tarda uno mucho en ser atendido”, expresó Esperanza Hernández, usuaria del sistema público.
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En 2024, se graduaron entre 500 y 600 profesionales de enfermería en El Salvador. Entre estos se incluyen técnicos, tecnólogos y licenciados. A nivel estatal, la oferta académica sigue limitada.
“Solo tenemos 45 espacios para estudiantes a nivel nacional”, indicó Ismael López, director de la carrera de Enfermería de la Universidad de El Salvador (UES). Agregó que ya iniciaron esfuerzos para abrir más opciones de formación en la zona oriental y occidental del país, contemplado que se ejecute para 2026 o 2027.
Ante este panorama, la OPS instó a los gobiernos de la región a invertir en la formación y capacitación de enfermeras. También en la mejora de sus condiciones laborales, para garantizar una atención segura, oportuna y de calidad para toda la población.
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