La influencer brasileña Ana Bárbara Buhr Buldrini conocida en redes como Ana B, falleció el pasado 16 de junio en Estambul, Turquía, después de someterse a una cirugía estética en una clínica privada. Lo que en principio parecía una estrategia de marketing, hoy es tema de investigación judicial.
Ana B, de 31 años, había viajado acompañada de su esposo, Elgar Sueia para su luna de miel. Sin embargo, ella quería aprovechar la oportunidad para someterce a varias cirugias como parte de un acuerdo comercial con la clínica. El trato consistía en que la influencer documentara y promocionara en sus redes sociales todo el proceso a cambio de realizarse múltiples procedimientos: una liposucción, un aumento de busto y una rinoplastia. Según medios brasileños y españoles, la cirugía estaba planeada originalmente para el 18 de junio, pero, sorpresivamente, el médico propuso adelantarla al 15.
Foto tomada de: @anabmusic
Lo que ocurrió la noche previa genera aún más polémica. De acuerdo con el testimonio del esposo, el mismo cirujano que la operaría los invitó a una fiesta con parte del personal médico. En esa celebración, Ana habría consumido alcohol, algo totalmente desaconsejado antes de cualquier intervención quirúrgica. A pesar de eso, el equipo médico decidió realizar la operación al día siguiente.
Influencer presentó síntomas alarmantes
La cirugía se llevó a cabo durante la noche del domingo. Al principio, todo parecía marchar bien, pero horas después comenzaron las complicaciones. Mientras Ana salía de la anestesia, empezó a presentar síntomas alarmantes. Según el reporte del hospital, la influencer sufrió una fibrilación ventricular que derivó en un paro cardíaco. El equipo médico intentó reanimarla durante más de 90 minutos, sin éxito.
La noticia desató conmoción en Brasil y en las redes sociales, donde Ana B contaba con miles de seguidores. Las autoridades turcas, a través de la Dirección Provincial de Salud de Estambul, abrieron una investigación oficial. Se realizó una autopsia, se inspeccionaron las instalaciones de la clínica y algunos miembros del personal médico fueron detenidos temporalmente, aunque quedaron en libertad poco después.
Por el momento, no se descarta la posibilidad de negligencia médica, especialmente por las circunstancias inusuales que rodearon tanto la preparación como la ejecución de la cirugía. El caso sigue bajo investigación y ha puesto en el centro del debate los riesgos de los acuerdos publicitarios relacionados con procedimientos médicos.
