La Inteligencia Artificial (IA) tiene dos rostros: uno positivo, que facilita realizar tareas de forma más rápida y eficiente; y otro, que puede prestarse para el engaño, la manipulación o la difusión de información falsa.
Antonio, de 67 años, encontró un video en redes sociales donde el periodista Alex Pineda, presentador de Noticias 4 Visión, recomendaba un supuesto medicamento milagroso para la diabetes. El mensaje, aparentemente auténtico, le prometía un tratamiento gratuito con solo ingresar sus datos personales.
“Decía que había un medicamento gratis, que solo tenía que poner mis datos y me lo llevaban a casa”, relató Antonio. “Le pregunté a mi hija y me dijo: eso no es real, está hecho por Inteligencia Artificial”.
El caso no solo afectó a Antonio, sino también al propio Alex Pineda, cuya imagen y voz fueron utilizadas sin autorización para promover un producto inexistente.
“En ningún momento he hecho anuncios sobre medicamentos, ni lo haría. No se puede jugar con la salud de las personas”, aclaró el periodista. “Si ven un video en el que aparezco promocionando algún tratamiento, sepan que no es real, que ha sido manipulado con Inteligencia Artificial”.
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Ciberdelincuentes al acecho con la Inteligencia Artificial
El avance de la IA ha permitido la creación de contenidos falsos cada vez más convincentes. Videos, voces y rostros pueden ser clonados con precisión, abren la puerta a estafas que ponen en riesgo la seguridad digital y emocional de los usuarios, especialmente de los adultos mayores.
Al respecto, el ingeniero en sistemas, Mario Barrientos, advirtió que las medidas de protección comienzan con la prevención: “Todas las cuentas deben tener un doble factor de autenticación. Además, es importante usar contraseñas robustas y actualizarlas con frecuencia. Pueden pedir ayuda a sus hijos o nietos para configurarlas correctamente”.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Elizabeth Alas.
Protegerse también es tarea de familia
La desconfianza ante mensajes o enlaces sospechosos es esencial. Según Barrientos, los fraudes digitales se alimentan de la confianza de las víctimas.
“No hay que abrir enlaces que llegan por mensajes o redes sociales. Primero hay que verificar quién los envía. Detrás de una presentación o documento puede esconderse un virus o una forma de extraer información”, alertó.
El experto también subrayó que la protección de los adultos mayores debe ser un esfuerzo conjunto: “Cuidarse de los ciberdelincuentes es algo que se puede hacer en familia. Los abuelos necesitan acompañamiento digital, igual que en cualquier otro aspecto de su vida”.
La Inteligencia Artificial puede ser una herramienta poderosa para el progreso, pero en las manos equivocadas se convierte en un arma de manipulación. Por eso, la mejor defensa sigue siendo la información, la prevención y la solidaridad entre generaciones.
