Para Ingrid Martínez el mundo de la matemática es vida y eso es algo que descubrió en su adolescencia, su fuente de inspiración fue un maestro que no solo dejó bien marcada su huella en su época estudiantil, sino que también la impulsó a convertirse en toda una profesional de esta asignatura que para muchos es complicada.
“Mi motivación nació cuando comencé a estudiar el bachillerato, era quizás como de la mayoría de las personas que le resulta muy difícil la matemática, pero al llegar ese momento la oportunidad de tener ese ejemplo, ese docente que se preocupaba por nosotros me impulsó a estudiarla. La matemática que vemos es totalmente distinta a lo que se ve en bachillerato, desarrolla más mi inclinación hacia eso, me ayudó bastante”.
Ella se enamoró de las llamadas Ciencias Exactas, específicamente del Álgebra. Su sueño de convertirse en toda una licenciada en matemática se hizo realidad hace 17 años, pero ella le apostaba a más:
Quería ser Doctora en esta rama y lo logró, por lo que ahora está haciendo historia.
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Ingrid: la primera mujer con Doctorado en Matemática
Ella es Doctora en Matemática de la Universidad de El Salvador, su disciplina y perseverancia han sido claves para cumplir esta meta.
Según la profesional, fue “muy difícil estudiar el Doctorado, porque no es solo llevar materias, sino que uno tiene que realizar una investigación. Algo que sea nuevo en Matemática, el camino sí fue bastante duro”.
A diario, llena de ilusión llega a la Escuela de Matemática de la UES donde comparte sus conocimientos con los futuros profesionales. Para ella los números han sido la llave para abrir la puerta del éxito.
Video/TCS/Reportaje Elaborado por: Fabiola Hernández.
Es fuente de inspiración para los estudiantes
Pero Ingrid va por más, ella asegura que su Doctorado ha sido solo el inicio de todo lo que a través de la matemática quiere lograr.
“El trabajo en matemática después de un Doctorado es investigar, realizar, publicar, ver qué otras teorías o que nuevo se puede generar en el mundo de matemática. Es un paso difícil, pero hay que darlo es seguir investigando. Es un trabajo que nunca se acaba, que uno muere con ese ánimo de seguir haciendo más en matemática”.
Ella se dejó cautivar por el maravilloso mundo de los números y espera que con su ejemplo las nuevas generaciones sueñen con llegar lejos y también descubrir que esta rama tiene mucho que ofrecer.
Imagen: TCS.
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