Con 63 años de vida, Marta, cariñosamente llamada «Mamita Chévez», se ha ganado reconocimiento por su habilidad en la elaboración de hojuelas, un platillo típico del Día de los Difuntos.
Todo inicia con la mezcla de la harina y los demás ingredientes, seguida del amasado, que dará forma a esta deliciosa tradición de noviembre.
«Se le pone el huevo, un poquito de sal, royal, vainilla y otro ingrediente que va la harina, pero esa ya con otro nombre y el secreto que usted sabe, ¿verdad? Ahí va el secreto que es el amor de Dios. En la miel se usa atado de dulce o panela que le dicen, pimienta gorda y panela, se le ponen clavos de olor», explica Chévez.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Maziel Méndez.
Hace cuarenta años, aprendió a preparar las hojuelas gracias a su madre. Hoy, estos dulces alegran el paladar y el corazón, y ella mantiene la tradición como un tributo a quienes ya partieron.
«Con mi mamá siempre hacíamos cositas típicas en la tarde, un día no hallábamos qué hacer y me dice mi mamá: ¿por qué no probamos hacer hojuelas? Así que cada vez que hago hojuelas me da nostalgia para estos días porque en verdad que yo me acuerdo de mi mamá, como empezamos a hacer estas cosas», recuerda Chévez.
Te podría interesar: La pupusa de calabaza, una delicia que combina tradición y creatividad
Las hojuelas, un sabor tradicional que conquista generaciones
Mamá Chévez estira y fríe cada hojuela hasta que alcanza un dorado perfecto.
¡Una vez listas, junto a su toque dulce, las vende para que todos puedan disfrutarlas!
«Yo recuerdo que desde que tenía cinco años yo ya le ayudaba a mi mamá a vender. De ahí, las comercializamos aquí en la Troncal del Norte, quizá cinco de la tarde me pongo a vender las hojuelas, también en el cementerio de San Sebastián y aquí en calle Real y en la placita de Ciudad Delgado, es un plato típico, muy salvadoreño que no puede faltar el 2 de noviembre», cuenta Alexander Hernández, hijo de Marta.
Durante todo el año, los vecinos se acercan a su casa para comprar las hojuelas, pues ella no las prepara únicamente para el Día de los Difuntos.
«Los invito a que prueben, disfruten y saboreen las hojuelas, porque tienen un sabor indiscutible e imperdible y pues siempre se los he dicho que ella las mejores hojuelas de Ciudad Delgado», enfatiza uno de sus clientes, Adiel Orellana.









