Muchas personas bajan de peso siguiendo una dieta, pero luego recuperan lo que perdieron o más. Esto se conoce como efecto rebote y puede afectar tanto la salud física como el estado emocional.
Pero por qué sucede, cuáles son os riesgos que conlleva y qué recomiendan los expertos para evitarlo y mantener un peso saludable a largo plazo.
¿Por qué ocurre?
Algunos errores comunes en la alimentación, como seguir dietas muy restrictivas o no incorporar hábitos sostenibles, pueden llevar a recuperar el peso perdido e incluso ganar más. A esto se le llama efecto rebote, y sus consecuencias pueden ir más allá de la frustración emocional.
«Si hemos estado en una dieta restrictiva, lo más seguro es que no hacemos ejercicio porque no tenemos energía. Si no se cambian los hábitos, el peso puede regresar al mismo nivel, pero con diferente composición corporal», explicó Anthony Hernández, nutricionista y entrenador personal.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Damaris Gómez.
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¿Cuáles son los riesgos?
Quienes recurren a dietas estrictas muchas veces no saben que podrían estar poniendo en riesgo su salud. Este tipo de alimentación puede alterar el metabolismo, causar deficiencias nutricionales y afectar tanto el bienestar físico como emocional.
«Entre los síntomas están la retención de líquidos, puede sentir hinchazón también. Otro efecto rebote puede ser exceso de energía, ansiedad por las cosas dulces o ansiedad por comidas altas en calorías», agregó Hernández.
Desde el punto de vista médico, las consecuencias también pueden ser graves.
«En algunos casos el obviar alimentos importantes para la dieta pueden producir incluso anemia, la gente puede presentar palidez, ya sea en la palma de las manos, incluso se ve en la cara. Hay deficiencia de algunas vitaminas que son importantes que vienen en la dieta común y otro tipo de manifestaciones como cansancio», aseguró el médico Rodrigo Mejía.
¿Cómo evitar el efecto rebote?
Aunque no siempre resulte fácil, se puede prevenir con pequeñas acciones. La clave está en adoptar hábitos saludables de manera gradual y realista, en lugar de recurrir a dietas extremas.
«Lo recomendable siempre es que se asesoren con un nutricionista especializado y que deben de ponerse metas a mediano y a corto plazo, deben ser metas alcanzables, realistas. Una dieta que incluya una amplia variedad de alimentos, que no haya restricción y que haya frutas y vegetales, suficiente proteína y con un déficit calórico que no sea muy grande», aconsejó Hernández.
Evitar el efecto rebote no significa seguir la dieta más popular, sino cambiar cómo las personas manejan su alimentación y cuidan su cuerpo.
Es importante entender que bajar de peso no debe ser un proceso rápido o brusco, sino un cambio que se mantenga con el tiempo. Contar con ayuda profesional y mantener hábitos saludables es lo que ayuda a tener resultados duraderos.









