La sal está presente en casi todos los hogares, especialmente en la mesa de las familias salvadoreñas. Sin embargo, su consumo excesivo puede representar un serio riesgo para la salud.
Consumir sal: ¡un hábito común, pero peligroso!
Para muchas personas, la comida no está completa sin un poco más de sal. Es común ver un salero en el centro de la mesa, incluso después de que los alimentos ya han sido condimentados al cocinarse.
La nutricionista Karla Mirón explica que este es un hábito profundamente arraigado en la cultura alimentaria local. “En todas las mesas salvadoreñas está el típico salero. Ahí se añade sal extra a lo que ya se cocinó, y eso es un hábito que debemos cambiar urgentemente”, comenta.
¿Qué efecto tiene la sal en nuestro cuerpo?
La sal contiene sodio y cloro, dos electrolitos esenciales para el funcionamiento del organismo. Sin embargo, en grandes cantidades el sodio puede causar alteraciones importantes.
“El sodio se intercambia constantemente con el potasio, especialmente en los riñones. Un exceso puede alterar ese equilibrio y afectar múltiples funciones del cuerpo», afirma el cardiólogo Alfredo García.
Consecuencias del consumo excesivo
Cuando el consumo de sal es elevado de forma constante, los riesgos se acumulan. El doctor García advierte que, “a largo plazo, puede haber cambios hormonales, aumento de la presión arterial y endurecimiento de las arterias, lo que provoca hipertensión.”
Otros alimentos altos en sodio
Alimentos como embutidos (salchichas, jamón, mortadela) contienen altos niveles de sodio. «No es que estos productos sean dañinos por sí solos, sino que el problema está en la frecuencia y la cantidad con la que los consumimos», explica la nutricionista Karla Mirón.
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¿Cuánta sal es demasiada?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no consumir más de 5 gramos de sal al día, lo que equivale a aproximadamente 1.5 gramos de sodio.
Para personas con hipertensión u otras condiciones cardiovasculares, la recomendación es aún más estricta: “No se debe añadir sal a la comida ya preparada. Basta con la que se utilizó al cocinar”, enfatiza el doctor García.
Video/TCS/Reportaje Elaborado por: Kevin Díaz.
La clave está en el equilibrio
Aunque la sal es necesaria en pequeñas cantidades, el abuso de este ingrediente puede tener consecuencias graves para la salud. La recomendación es leer etiquetas, evitar productos ultraprocesados y reducir gradualmente su uso en la cocina.
Adoptar una alimentación moderada y consciente no solo mejora la salud a corto plazo, sino que también previene enfermedades cardiovasculares y mejora la calidad de vida.









