Comerciantes del Mercado Central de San Salvador reportan que en las últimas semanas los precios de los lácteos subieron de manera considerable. El aumento en el costo de la leche y factores de temporada influyen directamente en esta situación.
Miguel Martínez, comerciante del sector, aseguró que la mayoría de productos llegan importados. “Casi todo viene de Nicaragua, Honduras y Guatemala. Entra la misma cantidad, pero con mayor precio por la leche que ha subido. El queso duro y el quesillo son los más afectados. Nos afecta porque se vende menos”, afirmó.
Según los vendedores, el queso duro registró un incremento de $2.75 a $3.50 la libra, mientras el quesillo aumentó de $2.20 a $2.50. El queso coyolito también reflejó el alza, al subir de $2.35 a $3.25.
Algunos consumidores se han visto obligados a mantener sus compras, aunque reconocen la presión sobre su bolsillo.
“Afecta, porque yo no puedo subirle el precio a la gente. Mantengo el mismo costo, aunque los insumos me salen más caros”, explicó Martha Méndez, quien se dedica a elaborar pupusas.
Otros clientes aseguran no haber percibido grandes variaciones. “No he sentido mucho el incremento, aquí siempre venden productos de calidad. Lo que más subió fue la leche, pero el queso duro se ha mantenido”, agregó Mariela Campos, comerciante
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Ganaderos enfrentan mayores costos por el clima
A pesar de que en el país existe suficiente producción de leche, especialistas subrayaron que la crisis responde a otros factores. El coordinador de la Mesa Agropecuaria, Mateo Rendón, explicó que el cambio climático ha encarecido la alimentación del ganado.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Diana Rivas.
“Cuando el verano se extiende un mes dentro del invierno, los costos de alimentación del ganado se incrementan. Muchos pequeños y medianos ganaderos enfrentan dificultades para comercializar su producción”, indicó.
Rendón subrayó que, además, la población ha reducido el consumo de leche, lo que genera complicaciones adicionales en la venta local.
En este escenario, los consumidores siguen adaptándose a los nuevos precios, mientras comerciantes y ganaderos esperan estabilidad en el mercado para evitar mayores impactos.









