Barcelona arrancó la defensa del título en LaLiga con un triunfo cómodo (0-3) contra el Mallorca en Son Moix, donde los locales se sintieron perjudicados por el arbitraje durante el primer tiempo, que dejó un 0-2 en el marcador y dos expulsiones.
El Mallorca, que ya había reclamado un posible fuera de banda en el 0-1, empezó a desquiciarse con las faltas de Ronald Araujo a Vedat Muriqi y terminó viendo al colegiado Munuera Montero como enemigo número uno. El Barça bajó la intensidad tras el gol y el cuadro balear empezó a encontrar más salida, pero pasado el minuto 20 llegó el 0-2 de Ferran, y más polémica.
El «Tiburón» no perdonó desde la frontal, como sí había hecho casi en la jugada anterior para empatar Muriqi, mientras el capitán local Antonio Raíllo estaba tirado en el suelo por un balonazo en la cabeza. El árbitro no lo paró, aunque pareció llevarse la mano al silbato, y el gol subió al marcador. Son Moix empezó a notar un calor extra al que ya hacía, se vio en el ritmo bajo sobre el césped, que creció con cada decisión de Munuera Montero.
Manu Morlanes, expulsado por detener una carrera hacia portería de Lamine. Muriqi forzó buscando un balón muy arriba ante la salida de Joan García y, la patada que le dejó en la cara, llamó la atención del VAR: el ‘Pirata’ fue expulsado por roja directa.
Dominio del Barcelona
Con todo, las ocasiones visitantes se sucedieron. El Mallorca mostró orgullo y afán por competir, pero en el tramo final se vio sin salida, encerrado pocos metros delante de su portería. Lamine Yamal completó una actuación sobresaliente, al nivel de aspirante a Balón de Oro.
El recién inscrito Marcus Rashford hizo su debut sin encontrar huecos ante un Mallorca en cuadro que querrá olvidar cuanto antes su debut en una temporada que aspira a codear de nuevo con la zona noble. El campeón arrancó con una versión reconocible en Son Moix.
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