En el set de Viva la Mañana, durante la tertulia ¿Cómo era salir a jugar a la calle sin celular?, Henry Urbina transportó a la audiencia a una época que muchos guardan en la memoria. Con una sonrisa, relató cómo la rutina de la niñez giraba en torno a la pelota, las tareas hechas a toda prisa y el llamado inconfundible en la puerta de casa.
“En el pasaje donde yo crecí estaba el equipo de fútbol que le ganaba a toda la colonia, a todos los pasajes. Armábamos partidos dignos de una final de mundial en la esquina, con dos piedras de porterías”, contó. Urbina recordó que a las 4:00 p. m. marcaban el inicio de la cita, cuando el primero del grupo terminaba los deberes y comenzaba a tocar puertas. “Escuchaba: ‘Henry, ¿vas a salir?’ y yo respondía: ‘¡Ya voy!’. Me ponía los tenis y salía corriendo”, agregó entre risas.
El presentador remarcó que esa hora era sagrada: platos limpios, casa ordenada y tareas terminadas eran la clave para no quedarse fuera del gran partido de la tarde.
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Sus compañeros en el set se identificaron con esa rutina que marcó a toda una generación: el permiso de los padres, las escondidas, el trompo, las chibolas y la certeza de que la diversión estaba en la cuadra. Un recuerdo compartido que refleja cómo las calles fueron escenario de juegos y amistad antes de la era de los celulares.









