Sara es una salvadoreña que se ha dejado conquistar por este técnica. Con mucha dedicación escoge uno a uno los colores de lana que utilizará para tejer a través de la técnica del amigurumi. Esta consiste en crear muñecos pequeños de crochet o, en su caso, elaborar un jardín de flores, porque cada puntada le recuerda a su abuelita, la mujer que la inspiró a ser artesana.
Sara Jiménez de León explica que su trabajo inicia con una cadena y entre puntadas se terminan formando las figuras previamente planificadas.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Raquel Castaneda.
Bienestar y creatividad a través del amigurumi
Sara se ha formado profesionalmente como psicóloga de profesión y, a través de su arte, ha encontrado diversas técnicas que podría aplicar para beneficiar la salud mental de las personas.
La experta explica que el amigurumi «ayuda a tener control en cuanto a precisión mental, de cuántas puntadas vamos a realizar numéricamente hablando y ayuda a que nuestro cerebro, también no pierda la memoria. Es bien útil para los procesos psicológicos, como procesar duelos, a veces uno tejiendo pierde la noción del tiempo».
Sara suele pasar horas tejiendo y disfruta hacer cada una de sus piezas, incluso se las muestra a su familia, quienes admiran el talento que tiene en sus manos.
«Yo he visto cómo le ha tocado. No es fácil, yo he visto cómo ha iniciado desde cero me siento bien orgullosa de ella. Es bastante admirada por el talento que tiene porque no solo es bastante dedicada en su trabajo, sino también en los pequeños detalles que hacen la diferencia», asegura su hermana Karla.
De igual manera, su madre, Guadalupe de León, explica que su talento es una «bendición». Ella resalta que Sara se encarga de hacer arreglos para ocasiones especiales. Al final, con cada puntada que da Sara sigue tejiendo su futuro.
