En algunas personas, los sonidos intensos pueden generar miedo, incomodidad o ansiedad, como resultado de una sensibilidad auditiva que intensifica la percepción del volumen. Especialistas explican que esta condición provoca que los ruidos se perciban a un nivel más elevado de lo normal, dificultando la tolerancia al entorno sonoro.
El psicólogo Juan Ramón Córdova señala que esta condición “es una baja tolerancia al ruido” y ocurre porque “el órgano sensorial activa una percepción extrema”, lo que lleva a quienes la padecen a experimentar altos niveles de estrés e incluso a entrar en crisis al intentar neutralizar el malestar generado por el sonido.
Durante esta época del año, marcada por la música festiva y el uso de pirotecnia, la exposición a ruidos molestos aumenta considerablemente. Ante este contexto, especialistas recomiendan adoptar medidas preventivas para reducir el impacto del ruido en las personas con sensibilidad auditiva.
Córdova destaca la importancia de abrir espacios de diálogo en el entorno familiar, al considerar que “es fundamental abordar la situación desde la perspectiva de la persona, preguntando cómo le gustaría que su entorno la acompañara”. Asimismo, recomienda a las familias “evitar el uso de pólvora y procurar aislar los espacios del hogar del exceso de ruido”.
En la misma línea, María Luisa Romero, terapeuta del habla, subraya la necesidad de crear entornos tranquilos resaltando la utilidad de “establecer un lugar seguro y silencioso, utilizar canceladores de ruido y evitar exponer de manera obligatoria a las personas a ambientes ruidosos”.
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Sensibilidad auditiva y el apoyo de la familia
Desde el entorno familiar, muchas personas adoptan acciones integrales para proteger a sus hijos con sensibilidad auditiva. Xenia Argueta, madre de familia, indica que han recurrido a herramientas visuales para preparar a sus hijos ante estímulos ruidosos. “Hemos tratado de usar videos para que conozcan cómo se ven las luces o anticipar que habrá mucha gente, incluso nos apoyamos en pictogramas”, comenta.
Por su parte, Sergio Ayala, quien es padre de familia, menciona el uso de dispositivos que disminuyen la carga sensorial, como “audífonos normales, con su caricatura o música favoritas”, además del uso de “orejeras para cancelar el ruido externo”.
Finalmente, el psicólogo Juan Ramón Córdova hace un llamado a las comunidades a involucrarse activamente en la construcción de entornos más empáticos y seguros, promoviendo el diálogo colectivo y la comprensión de la sensibilidad auditiva como una condición que requiere respeto y acompañamiento.
Video/TCS.
