Muy cerca de la playa San Diego, en La Libertad, hay unas tumbas que, de acuerdo con la leyenda, marcan el punto por donde un cura pasó hace muchos años camino a una cueva… de la que jamás volvió.
Los relatos populares cuentan que el sacerdote inició su recorrido en el cementerio de la hacienda San Diego. A unos 600 metros de ese lugar está la cueva donde desapareció. Para llegar hasta allí, primero hay que cruzar un puente y luego avanzar por un bosque lleno de árboles de mango.
Al llegar a la formación rocosa, aún queda un tramo de unos 150 metros para alcanzar la laguna que se encuentra en el interior. En esa parte, el ambiente se vuelve mucho más oscuro.
“Le vamos a pedir permiso a la “Cueva del Cura” para poder entrar a esta cueva con mucha humildad le solicitamos autorización para poder entrar y salir con bien todos y pues también para que la gente la conozca”, expresó César Guerrero, guía de la zona.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Alex Rivas.
El ambiente se transforma mientras uno se adentra en el lugar; el vapor se acumula en el aire y la atmósfera se vuelve más densa. Es un paraje solitario y estremecedor, donde los insectos parecen adueñarse de todo.
«Al mismo tiempo vamos a ir descubriendo más insectos y muchos más murciélagos hasta que lleguemos a una laguna, de ahí ya no vamos a poder pasar. Pero de ahí para adelante está totalmente inexplorado, ahí es donde el cura se perdió», aseguró Guerrero.
El ambiente dentro de la cueva
Dentro de la cueva, el ambiente se vuelve aún más extraño. Las sombras, los sonidos y la presencia de distintas criaturas crean una sensación difícil de describir. Y quienes la visitan con frecuencia aseguran que no todo lo que ocurre ahí tiene una explicación sencilla.
«Lo que más está poblando la cueva son los murciélagos y la cucarachas, pero también está pasando algo, que no lo hemos identificado, pero cuando nosotros venimos con mi amigo siempre vemos una especie como de conejo, pero este no es un lugar para conejos y siempre lo vemos que salta y se esconde, como hay bastante rocas, salta y se esconde y es de color blanco… Eso también nos da señales de que aquí es algo místico, algo pasa», narró Rodolfo Martínez, habitante de la zona.
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Los misterios que rodean la «Cueva del Cura«
Todo este recorrido refleja lo que el cura habría enfrentado en su camino, hasta llegar a este lugar final: la laguna subterránea.
«Aquí llegaron a este lugar, llegó un fraile franciscano y entonces como no había donde quedarse, optó por quedarse aquí en la cueva, dio la catequesis y al final de la catequesis el cura decidió entrar aquí en la cueva, en el recorrido que hizo ya no volvió a salir, eso es lo que cuentan», relató Martínez.
¿Qué ocurrió realmente? Tal vez nunca notó la presencia de la laguna y terminó siendo arrastrado por sus aguas. En un lugar tan oscuro como este, donde es casi imposible distinguir algo, cualquier paso en falso puede convertirse en el último.
En esta cueva, la oscuridad envuelve cada rincón, el aire se vuelve pesado y los sonidos parecen nacer desde algún punto más allá de la laguna. En este lugar desapareció el cura y, aunque nadie lo vio regresar, muchos aseguran que algo todavía se mueve en lo profundo.









