Decenas de personas participaron en las protestas que recorrieron este viernes las calles de Río de Janeiro tras el mortífero megaoperativo ejecutado el martes 28 de octubre en la favela Complejo de Penha contra la banda Comando Vermelho, que dejó más de cien fallecidos.
Familiares denunciaron que los cuerpos policiales realizaron ejecuciones, mientras que organizaciones de derechos humanos se mostraron indignadas por la actuación de la policía. Además, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) exigió una investigación inmediata.
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“Necesitamos encontrar las palabras para definir lo que sucedió, la mayor masacre en la historia de Río de Janeiro. Más de 120 personas asesinadas. Hay mucha indignación, hay mucho dolor. Ante esto, la comunidad se reúne aquí, toda la sociedad. La prensa presente aquí, al observar esto, no solo expresa su repudio a lo sucedido, sino que, sobre todo, busca que no vuelva a ocurrir”, dijo Mónica Benício, concejal de Río de Janeiro.
Por su parte, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que “Brasil no puede aceptar el crimen organizado” y a la vez abogó por combatirlo sin poner en peligro a policías y civiles.
Ivan PISARENKO / AFPTV / AFP
Califican de exitosa el megaoperativo en Río de Janeiro
El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro calificó de “exitosa” la operación contra el narcoterrorismo. Castro y un grupo de legisladores bolsonaristas buscarán que se apruebe una ley que clasifica como “organizaciones terroristas” al Comando Vermelho y al Primeiro Comando da Capital (PCC) , las dos mayores facciones criminales del país sudamericano.
La Policía Civil de Río de Janeiro defendió la clasificación de Comando Vermelho y el PCC como organizaciones terroristas ya que permitiría a las fuerzas de seguridad el uso de armamento más letal para neutralizar delincuentes.









