Expertos señalan que la autodeportación se ha transformado en una vía para ordenar los procesos de salida. El asesor migratorio Reynaldo Alvergue explicó: “el gobierno de Estados Unidos activó la aplicación CBP Home. Con ella, los indocumentados pueden registrarse y notificar su salida de manera ordenada. Incluso reciben asistencia del gobierno”.
Alvergue destacó que este mecanismo podría representar ventajas futuras: “Si en algún momento tus hijos, nacidos en Estados Unidos, te piden después de cumplir 21 años, podrás emigrar sin problema porque usaste el sistema. Quienes se van sin avisar enfrentan una barra de castigo de diez años”.
En Estados Unidos, miles de salvadoreños enfrentan procesos legales para regularizar su estatus. Ante el endurecimiento de las políticas migratorias, la figura de la autodeportación se ha convertido en una alternativa para quienes reciben una orden de salida, pero desean evitar sanciones más severas.
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Autodeportación: una decisión obligada pero voluntaria
La experiencia de Yessenia Ruano ilustra esta realidad. Durante años trabajó como docente en una escuela pública, hasta que su caso migratorio se cerró sin éxito. “Yo comencé mi proceso pidiendo asilo, pero lo cerraron en 2023. Después gestioné la visa T y obtuve un permiso de trabajo”, relató.
El 12 de junio de 2025 recibió la notificación definitiva. “Me dijeron: tu caso ha sido negado por el director de ICE en Chicago. Como tienes buen récord y apoyo a la comunidad, puedes salir por tu cuenta con tus hijas. De lo contrario, te vamos a detener. Tienes que autodeportarte”, explicó.
Con su esposo y sus dos hijas, Yessenia regresó a El Salvador aferrándose a la idea de empezar de nuevo.
De vuelta en el país, Yessenia apuesta por la resiliencia. “Quiero seguir capacitándome y enseñar inglés a los niños y jóvenes. No lo hablo perfecto, pero mejor que hace 15 años”, comentó.
Además, su familia ya tiene planes concretos: “Vamos a construir nuestra casita en la colonia El Tunco, en La Libertad, porque es más accesible”.
Aunque la autodeportación marcó un giro inesperado, hoy, Yessenia y su familia escriben un nuevo capítulo en El Salvador. Su historia refleja cómo, incluso en medio de un proceso migratorio adverso, la esperanza y la educación se convierten en motores para salir adelante.









