Decenas de personas trabajan cada día para contener la propagación de la ninfa acuática en el lago de Suchitlán. Instituciones de gobierno, pescadores y lancheros unieron sus esfuerzos para levantar barreras de contención y limpiar una de las zonas más afectadas.
La ninfa acuática es una planta invasora que ha cubierto extensas áreas del lago Suchitlán, lo cual afecta al ecosistema y a la economía local. La presencia de esto se ha extendido a áreas donde se practica la pesca y el turismo.
“Aquí dábamos paseitos en lancha antes, pero ya con esto paró el turismo. La gente viene, da la vuelta y se va”, manifestó Alejandro Álvarez, lanchero de la zona.
Situación de comerciantes del lago Suchitlán
Los pescadores de la zona aseguran que esta situación los obligó a buscar otras formas de ingresos. “El comercio de pescado, de turismo, de todo lo que se saca de la laguna… todo ha parado. Yo tengo jarana, pero ahora estoy trabajando en estas labores para sobrevivir”, explicó José Galdámez, pescador de la zona.
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Sin embargo, destacan que en las últimas semanas, algunas actividades se reactivaron. “Ya hay espacio donde pueden venir a pasear en viajes pequeños. Estamos listos para atenderlos y aquí los esperamos”, expresó Juliana Álvarez, comerciante.
El control de la ninfa acuática en el lago Suchitlán representa no solo un desafío ambiental, sino también social y económico para las familias que dependen de él. Alrededor de 400 personas participan en las labores de contención, junto con maquinaria del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y la Comisión Ejecutiva del Río Lempa (CEL).
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