En la zona oriental del país, comunidades, escuelas y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) trabajan en la restauración de zonas de recarga hídrica a través de la plantación de árboles en áreas degradadas.
¿Qué son las zonas de recarga hídrica?
Las zonas de recarga hídrica son áreas donde el agua de lluvia se infiltra en el suelo y alimenta los mantos acuíferos. Estas reservas subterráneas son la principal fuente de abastecimiento de agua para miles de familias.
“Son aquellas zonas donde recibimos toda esa agua de lluvia que se recarga en el suelo y es de vital importancia, porque de ahí se abastecen las comunidades”, explicó Iris Escobar, especialista en agricultura resiliente y adaptación al cambio climático de la FAO.
FAO impulsa proyecto RECLIMA
Actualmente, la FAO impulsa el proyecto denominado RECLIMA, que busca reducir la vulnerabilidad frente al cambio climático y fortalecer la resiliencia de los sistemas productivos.
“Estamos implementando un proceso de restauración de áreas de recarga hídrica. En este momento trabajamos en un polígono en Lolotique, San Miguel, y también en Morazán, La Unión, Usulután y Ahuachapán”, detalló Mariano Peñate, coordinador nacional del proyecto RECLIMA.
Comunidades participan en proyecto de FAO
El éxito del proyecto se debe a la participación de las comunidades, donde municipalidades y unidades ambientales realizan jornadas de deforestación.
“Nos han capacitado y dado las herramientas necesarias para sembrar y mejorar nuestras fuentes hídricas. Se suman alumnos de las escuelas y vecinos que saben que estas acciones beneficiarán a sus hijos y a las generaciones futuras”, comentó Nelson Coreas, representante del cantón Las Ventas.
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Hasta el momento, más de 2,700 árboles han sido sembrados en Lolotique, donde se espera que estas especies crezcan y permanezcan por muchos años.
“Queremos que estos árboles no se queden en un esfuerzo temporal, sino que duren cinco o diez años más, para mantener los ecosistemas reforestados y garantizar agua para nuestras comunidades”, enfatizó Iliana Guevara, encargada de la unidad ambiental del distrito de Lolotique.
La restauración de las zonas de recarga hídrica no solo conserva la naturaleza, sino que también asegura el acceso al agua potable para miles de familias salvadoreñas.
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