El AS Mónaco anunció la contratación de Paul Pogba, poniendo punto y final a un culebrón en el que el campeón del mundo en 2018 ha estado relacionado con un sinfín de equipos.
El centrocampista firma por dos temporadas con la entidad monegasca y jugará por primera vez en la liga francesa con el objetivo de disputar el próximo Mundial y volver a vestir los colores de la selección francesa.
El fichaje de Pogba supone un alivio para una Ligue 1 que había quedado huérfana en los últimos años de sus mejores talentos. Aunque el estado físico del mediocentro es una incógnita, ya que lleva dos años sin competir, desde el 3 de septiembre de 2023, es una estrella en su país natal y revolucionará el campeonato con su simple presencia, en un equipo, el Mónaco, que alberga grandes aspiraciones cada temporada en el fútbol francés.
Pogba, que ha realizado un importante esfuerzo para rebajar sus pretensiones salariales, ha elegido el proyecto del Mónaco por múltiples razones, entre ellas la posibilidad de disputar la Champions League, y también el hecho de que es un equipo sin presión, cuyo estadio no registra el lleno prácticamente en casi ningún partido.
El hecho de jugar la máxima competición europea puede ser un atajo para regresar a la selección francesa, el gran sueño que tiene entre ceja y ceja.
Pogba sancionado por dopaje
El exjugador de la Juventus, con la que resolvió su contrato en noviembre del año pasado, fue sancionado por dopaje, pero el TAS le redujo el castigo hasta marzo de este año. A partir de entonces, Pogba se aisló y se puso en forma en Estados Unidos, siguiendo un plan estricto individual antes de tomar la decisión de fichar por el Mónaco.
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