Al menos 26 personas han muerto y 62 han resultado heridas por un atentado suicida ocurrido este sábado en una abarrotada estación de tren en la ciudad paquistaní de Quetta, en la provincia occidental de Baluchistán.
Este hecho está conmocionando a la región y renovando las preocupaciones sobre la seguridad en el país. El momento quedó registrado por la cámara de seguridad de la estación y fueron difundidas por la televisión local donde muestran a decenas de personas esperando en la plataforma poco antes de la detonación.
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De acuerdo con los medios locales, el atacante, presuntamente es un miliciano que portaba una maleta, se dirigió a la oficina de expedición de billetes y detonó una potente carga explosiva, provocando una escena de caos y devastación.
Poco después, el portavoz de operaciones policiales en la ciudad, Mohamad Baloch, explicó que más de un centenar de personas se encontraban en la estación en el momento del atentado y la cifra de muertos podría aumentar en las últimas horas porque muchos de los heridos se encuentran en estado crítico.
«La explosión ha ocurrido justo antes de que partiera un expreso rumbo a la ciudad de Peshawar», dijo el oficial en declaraciones a la cadena GEO TV. Entre los fallecidos, según las autoridades, hay numerosos efectivos de las fuerzas de seguridad pero todavía no han dado una cifra exacta.
Por su parte, el presidente en funciones del país, Yousaf Raza Gillani, condenó el atentado perpetrado por «enemigos de la humanidad». Además, prometió ayuda inmediata para los supervivientes y familiares de las víctimas del atentado.
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¿Quiénes llevaron a cabo el atentado?
El grupo separatista del Ejército de Liberación de Baluchistán (ELB) ha reivindicado el ataque, según ha podido confirmar agencias internacionales.
Se trata de un movimiento armado que lleva dos décadas reclamando un espacio autónomo para la minoría étnica baluche del país y que desde hace unos meses ha protagonizado una campaña de atentados de magnitud rara vez vista desde el comienzo del conflicto, como la cadena de ataques de agosto que dejó más de 70 muertos por toda la provincia.
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