Debido a la desertificación acelerada que se tiene a cada año, China promueve la plantación de árboles en el desierto. Este trabajo es realizado de manera minuciosa, para que los sembradíos crezcan en el suelo árido.
El proyecto de la siembra de árboles busca que se prevenga la expansión del desierto. Estas especies son una creación especial y están capacitadas para vivir en condiciones adversas, donde la escasez de agua es evidente.
China es uno de los territorios con más desertificación, ya que el 72.4% es desierto, un porcentaje que afecta a 400 millones de personas. Tomando en cuenta este problema, ellos impulsan plantar un muro verde; de esa manera, evita la pérdida de agua y suelo por la erosión. El gobierno pretende vegetar al menos 4,500 kilómetros en varias ciudades.
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«El principal problema es que una población excesiva vive en las tierras secas y sobrepasa la capacidad de carga y restauración ecológica de esta zona», resalta Feng Wang, profesor del Instituto de Estudios de Desertificación de la Academia Forestal de China, en el artículo de Climate Diplomacy.
El fenómeno de la desertificación es uno de los principales retos medioambientales en la actualidad, así lo indicó las Naciones Unidas (ONU).
Este organismo internacional añade que, si bien incluye también la invasión de las tierras por dunas, la desertificación no hace referencia al avance de los desiertos. Se trata de una degradación continua de los ecosistemas de las zonas secas debido a las actividades humanas.
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