Durante las vacaciones, cuidar la alimentación de los niños puede volverse complicado. El exceso de tiempo libre y la disponibilidad de golosinas y comidas procesadas suelen afectar sus hábitos saludables. Aun así, expertos en nutrición y desarrollo infantil destacan que incorporar ajustes sencillos puede mejorar significativamente su bienestar.
«Una recomendación básica que doy siempre a los padres de los niños que vienen a mi consulta es que sigamos un esquema que es 5, 2, 1, 0. Eso significa 5 porciones de vegetales y frutas, entre ellos pueden ser 3 de vegetales o 2 de frutas o al revés. Además de 2 horas de juego, 1 hora de pantallas nada más y 0 de bebidas muy azucaradas, ya sean jugos o gaseosas», explicó la nutricionista Andrea Doradea.
De acuerdo con la experta, este método ayuda a mantener un balance sin imponer restricciones severas, que pueden generar efectos negativos.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Leslie Solito.
Elegir y combinar mejor los alimentos
La especialista señala que no se trata de eliminar por completo ciertos alimentos, sino de combinarlos de manera equilibrada con opciones más nutritivas.
«Yo no recomiendo nunca prohibir ni evitar porque entre más se prohíbe más uno quiere de aquel alimento y los niños no son la excepción a la regla. Entonces, lo que yo más recomiendo es que agreguen, que si el niño va a comer papas fritas que también más tarde le den una frutita. No que si comió papas fritas, más tarde otra golosina o gaseosa», recalcó Doradea.
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Crear hábitos saludables desde el hogar
Las vacaciones son una oportunidad ideal para reforzar rutinas positivas en torno a la alimentación. La psicóloga y maestra infantil, Sofía Benavides subrayó la importancia de mantener el plan familiar, incluso durante los días de descanso.
«Recordemos que estamos creando hábitos y los estamos haciendo desde muy pequeños, entonces nosotros siempre recomendamos que a pesar de que sean vacaciones sigamos siempre con el plan que nosotros tenemos, en este caso es cuidar tanto la salud mental como la salud física de los niños. ¿Cómo podemos hacer eso? Recomendamos siempre poder incluir en sus planes de comidas frutas y verduras , muchísima agua, aparte de eso realizar actividad física que sabemos que es muy importante», destacó Benavides.
Beneficios físicos y emocionales de una buena alimentación
Una dieta equilibrada no solo previene enfermedades, sino que también impulsa el desarrollo integral de los niños.
Benavides señaló que una alimentación adecuada aumenta la energía, mejora la concentración y potencia la atención, aspectos fundamentales para su desempeño diario.
Fomentar una nutrición saludable durante las vacaciones no debe verse como una obligación, sino como una oportunidad para fortalecer hábitos que acompañarán a los niños toda la vida. Con orientación adecuada y acciones pequeñas pero constantes, es posible que los más pequeños disfruten estas fechas sin descuidar su bienestar.









