Es una historia inspiradora en la que se demuestra que los años solo son un número, pero que se vuelven de gran valor cuando acumulan experiencia y recuerdos de sus seres queridos. Un claro ejemplo es Sara Martínez, una santaneca que tiene 106 años.
Con más de un siglo de vida, Sara demuestra que el espíritu siempre se mantiene joven y que pese a los años. la clave es ser feliz.
Su tenacidad y trabajo siempre la han mantenido ocupada y hasta la fecha, ella continúa de pie, ayudando en las tareas de su hogar. Su avanzada edad la ha llevado a conocer varias generaciones entre ellas cuatro en su familia. Además, Sara procreó ocho hijos, quienes le dieron nueve nietos; 17 bisnietos y 10 tataranietos. Todos ellos frutos de su eterno amor.
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106 años que tienen mucha experiencia y amor
Pese a su avanzada edad y las líneas de expresión que marcan su rostro ella no desiste de trabajar y asegura que le gusta mantenerse activa junto a su nieta Zuleima, ambas dirigen un pequeño negocio familiar de papas fritas. “Yo las pelo, así cualquier cosita que les pueda ayudar. Yo les ayudo”, dice Sara.
Su entusiasmo contagia a los demás, ella asegura que ayuda a su familia con “pequeñas cositas, que (ella) puede hacer”. Con mucha paciencia y con la ayuda de un pelador hace su tarea de limpiar las papas que más tarde serán vendidas a sus comensales.
El trabajo es en equipo, Zuleima asegura que su abuela siempre busca mantenerse activa y a su ritmo. Su nieta reconoce que es un privilegio contar con ella y seguir disfrutando de su amor, consejos y enseñanzas.
Video/TCS/reportaje elaborado por: Fabiola Hernández.









