La tormenta tropical Beryl, que ha mantenido en alerta a diversas regiones del Atlántico, podría volver a intensificarse y convertirse en huracán, según reportó el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
«Aviso de tormenta tropical emitido para partes de la costa occidental del Golfo. Se espera que Beryl sea un huracán a punto de tocar tierra en Texas.», indicó el NHC en su cuenta oficial de X.
Este fenómeno ha captado la atención de especialistas y autoridades debido a su comportamiento errático y su potencial impacto en las costas, ya que Beryl, inicialmente se formó como una tormenta tropical, se debilitó en su trayectoria, pero las condiciones meteorológicas actuales indican una posible reintensificación.
Los expertos señalan que las aguas cálidas del Atlántico y los patrones de viento favorables podrían contribuir a su fortalecimiento en las próximas horas.
El posible regreso de Beryl como huracán podría tener implicaciones significativas para las regiones costeras, incluyendo marejadas ciclónicas, fuertes vientos y lluvias intensas.
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¿Cómo se forma un huracán?
Los huracanes se forman cuando una serie de tormentas eléctricas se acumulan y se desplazan sobre aguas oceánicas cálidas.
En el Océano Atlántico y el este del Pacífico se les llama huracanes, en la Bahía de Bengala y en el Océano Índico se les conoce como ciclones.
El aire cálido de la tormenta y de la superficie oceánica se combinan y comienzan a elevarse. Esto genera baja presión en la superficie del océano.
A medida que la tormenta se va desplazando sobre el océano, va absorbiendo más aire húmedo y cálido. La velocidad del viento aumenta a medida que el aire va siendo chupado por el centro de baja presión. Pueden pasar horas o varios días hasta que la depresión se convierte en huracán.
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