Este 4 de septiembre se celebra el Día Internacional del Taekwondo, una fecha dedicada a reconocer no solo a este arte marcial de origen coreano, sino también a los atletas que lo practican como una filosofía de vida, donde cuerpo y mente se fortalecen en armonía.
Disciplina, respeto y fuerza son los pilares que miles de practicantes encuentran en esta disciplina. Entre ellos, Ricardo Valdez, quien tiene más de nueve años de experiencia. “Ningún otro deporte me llamaba la atención. El Taekwondo me hizo sentir más enérgico, conocí nuevas personas y me volví más social”, expresó.
Asimismo, el Taekwondo se caracteriza por su dinamismo y técnicas basadas en patadas, pero también por el código ético que guía su enseñanza. “A nivel olímpico es uno de los deportes más espectaculares por el contenido técnico. El 70% de los combates se basa en piernas, el resto en bloqueos y contrataques con brazos”, destacó Marcelo Ruiz, profesor y entrenador.
Sin embargo, su impacto trasciende lo deportivo, ya que también busca moldear el carácter de los alumnos. “Cada alumno debe cumplir con valores como el respeto, la perseverancia y el autocontrol. No se enseña para abusar del más débil, sino para actuar con gentileza y firmeza”, afirmó Ruiz.
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Además de mejorar la condición física, el Taekwondo fomenta la amistad y el compañerismo. “Forma el carácter y el estado físico. Es útil para quienes buscan bajar de peso o mejorar su condición, pero también crea lazos de amistad entre los compañeros”.
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