Llegar a los 50 años implica una serie de cambios físicos y uno de los más comunes es la digestión más lenta. Lo que antes el cuerpo procesaba con facilidad, ahora puede causar inflamación, estreñimiento o incluso reflujo.
Especialistas explican que este cambio está relacionado con el metabolismo más lento, la menor producción de enzimas digestivas y la reducción del tránsito intestinal.
“Con el paso del tiempo, el metabolismo se vuelve más lento, el cuerpo produce menos enzimas digestivas y el tránsito intestinal se reduce. Todo esto hace que la digestión sea más pesada y propensa a problemas”, dice el geriatra Luis Bermúdez.
El especialista también advierte que algunas prácticas comunes agravan la situación, como saltarse comidas, abusar de las grasas, consumir alcohol con frecuencia o cenar muy tarde. Además, resalta que el exceso de alimentos ultraprocesados y la falta de horarios establecidos pueden colapsar el sistema digestivo, especialmente a esta edad.
Video/TCS/Reportaje Elaborado por: Damaris Gómez.
¿Cómo se puede tener una mejor digestión?
Desde el punto de vista nutricional, uno de los errores más frecuentes es seguir comiendo como cuando se tenía 30 años, sin adaptarse a las nuevas necesidades del cuerpo.
“A partir de los 50 hay que evitar alimentos que irritan el estómago, como el café en exceso, los embutidos, frituras, bebidas azucaradas y picantes. También es clave no dejar pasar muchas horas sin comer”, recomienda el nutricionista Jorge Henríquez.
Para mejorar la digestión, los expertos coinciden en que lo más importante es llevar una alimentación equilibrada, con porciones más pequeñas pero frecuentes y en horarios fijos. Pequeños cambios en la mesa pueden tener un gran impacto en su bienestar.









