Japón y China mantienen una rivalidad histórica, que podría agudizarse y amenazar la estabilidad en la región Asia Pacífico. Todo por la isla de Taiwán. Y es que Pekín la considera como provincia rebelde y parte indisoluble de su territorio. Pero en Tokio ven como amenaza la posibilidad que China ejerza por la fuerza la soberanía en la pequeña isla.
La primera ministra nipona, Sanae Takaichi, dijo que en caso de un ataque chino a Taiwán podría desencadenarse una crisis que «amenazaría la supervivencia de Japón». En tal sentido, estaría justificada una intervención de las fuerzas de defensa niponas para apoyar a la isla, recoge el medio Público.
Ante esta postura japonesa, el líder chino, Xi Jinping, ordenó el pasado 16 de noviembre realizar maniobras militares con fuego real en una extensa área del mar Amarillo, que comparte con Japón. China prohibió terminantemente la navegación civil en esa zona para reducir riesgos e incidentes. Y no ha dado detalles cuál es el objetivo de estas operaciones que terminan el 25 de noviembre.

¿Quién es la primera ministra de Japón?
En octubre pasado, Sanae Takaichi, de 64 años, pasó a la historia nipona como la primera mujer elegida por el Parlamento japonés como primera ministra. Takaichi, de ideología ultraconservadora, es contraria a la hegemonía China en Asia. Su apoyo explícito a Taiwán es una muestra de lealtad a Estados Unidos, que también considera a la isla como un aliado para frenar el avance chino.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de China considera que la posición de la primera ministra nipona de “errónea y extremadamente peligrosa”. Y es que para Pekín el precepto de «Una sola China» es inviolable. Por eso, ha convocado al embajador japonés, lo que eleva la tensión diplomática y hasta se ha emitido una alerta de viaje dirigida a sus ciudadanos.

Además, con los ejercicios militares, China quiere mostrarse firme con la primera ministra japonesa. Y es que considera que sus palabras «violaron gravemente» el derecho internacional y «socavaron el orden internacional de posguerra». Además, “dañaron la relación bilateral entre ambos países y provocado la indignación del pueblo chino», según funcionarios de Pekín.
La explicación de Japón que no calma a China
Takaichi ya ha explicado que la hipotética intervención de Japón en este conflicto respondería al principio de «autodefensa colectiva». Y es que planea incrementar las Fuerzas de Autodefensa, nombre que reciben sus efectivos militares, ya que la Constitución prohíbe la existencia de un ejército.
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El artículo 9 de la Constitución de Japón dice: «Aspirando sinceramente a una paz internacional basada en la justicia y el orden, el pueblo japonés renuncia para siempre a la guerra como derecho soberano de la nación y a la amenaza o al uso de la fuerza como medio de solución en disputas internacionales».

El artículo 9 va más allá, ya que indica que Japón no mantendrá «fuerzas de tierra, mar o aire, como tampoco otro potencial bélico. El derecho de beligerancia del Estado no será reconocido». Pero la realidad es otra y Japón ha ido incrementando su presupuesto de defensa a lo largo de los años tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial.
El contingente de Japón es de 250,000 efectivos y su armamento y tecnología supera a la mayoría de sus vecinos. Y su presupuesto anual lo sitúa entre los diez países con mayores del mundo. Además, cuenta con 55,000 soldados estadounidenses en su territorio, que duplican a los destacados en Corea del Sur.
El impacto de la escalada verbal y militar
Japón, aun así, acaba de enviar a Pekín a un alto funcionario de Exteriores para intentar poner fin a esta escalada verbal y militar. Sin embargo, China parece no calmarse y ha enviado recomendaciones oficiales que desaconsejan viajar o estudiar en Japón.

De hecho, se han cancelado más de 490,000 viajes y paquetes turísticos desde el sábado. Incluso el sector del cine se ha visto afectado con el aplazamiento de estrenos de películas japonesas, Las acciones de turismo y comercio minorista en la Bolsa de Tokio también han caído ante la falta de intercambio entre ambos países.
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