Varios estudios señalan que los millennials suelen gastar de manera impulsiva, lo que les dificulta ahorrar. Con sueldos ajustados, acceso fácil al crédito y una fuerte presión de consumo, muchos prefieren cubrir los gastos del día a día antes que pensar en un fondo para el futuro.
En El Salvador —y en gran parte de América Latina—, los millennials enfrentan varias dificultades para ahorrar, que no se deben a una sola causa.
«Hay varios elementos, uno que en el caso de El Salvador probablemente sea más un agravante adicional el tema de que tenemos mucha remesa, la economía depende mucho de remesas. Por lo tanto, en general muchas personas consumen mucho más de los ingresos que tienen, al menos más que los salarios. El segundo es que estamos en una cultura de consumo», subrayó el economista Otto Rodríguez.
Más allá de los factores económicos y estructurales, los propios hábitos de consumo también juegan un papel importante. Muchos jóvenes admiten que, bajo la influencia de la cultura consumista que los rodea, gastan dinero en cosas que no son esenciales.
«Nosotros somos consumistas y el medio es consumista… gastamos en cosas innecesarias y por eso se hace bien difícil poder ahorrar», reconoció Alejandro Flores, uno de los millennials consultados.
Además, la búsqueda de gratificación inmediata y la falta de educación financiera también influyen.
«Es una cuestión transgeneracional prácticamente que se está dando con los millenials en el sentido de que en esta etapa nacen con la creatividad y la compulsividad al consumismo. En cierta forma porque son más consumistas por la cuestión de la dopamina ¿por qué no logran ahorrar? Porque definitivamente no ha habido una cultura de cómo llevar la economía desde temprana edad», explicó la psicóloga Lissette González.
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Consejos prácticos de ahorro para millennials
Rodríguez compartió algunas técnicas simples que pueden ayudar a cambiar hábitos:
- Presupuesto mensual realista: anotar ingresos y gastos fijos para conocer el punto de equilibrio.
- Controlar las «hormigas» financieras: identificar y recortar pequeños gastos repetidos (cafés, suscripciones olvidadas, delivery).
- Automatizar el ahorro: programar transferencias automáticas a una cuenta de ahorro apenas entre el salario.
- Fondo de emergencia: priorizar un ahorro equivalente a 3 meses de gastos básicos.
- Evitar deuda de consumo: no usar crédito para compras que no sean necesarias o inversiones que no generan retorno.
- Educación financiera continua: cursos, talleres o apps que enseñen a planear gastos, ahorrar e invertir.
- Metas concretas y visuales: fijar objetivos (viaje, vivienda, emprendimiento) para motivar el ahorro.
