Un informe de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA) señala que los espacios públicos, como el transporte colectivo o la calle, son los lugares donde las mujeres enfrentan más casos de acoso sexual. El documento también menciona que los hombres pueden experimentar este tipo de agresiones.
Los datos indican que el 68.2 % de las mujeres dice que sufrió acoso sexual, mientras que en los hombres la proporción alcanza el 21.5 %.
«Ese acoso se convierte en una amenaza que promete una violación o un tocamiento o una invasión de tu cuerpo y eso lo enfrentamos las mujeres todos los días, eso puede inhibir a las niñas de la educación, a las mujeres en el trabajo, al uso de los espacios públicos. Cuando somos tratadas con esa hostilidad lo que se hace es dar el mensaje de que el espacio público no nos pertenece, los hombres ocupan el espacio y las mujeres lo debemos ocupar con cautela», enfatiza la coordinadora del programa de ORMUSA, Silvia Juárez.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Ingrid Castellanos.
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Mujeres sufren acoso en el transporte colectivo
El informe revela que el 27% de las mujeres ha sufrido acoso sexual en el transporte público y en otros lugares no especificados, el 16.9% en el hogar y el 15.7% en la calle o en su comunidad.
«Pienso que eso es preocupante porque son partes públicas y aún ahí no respetan», opina Consuelo López.
Según la encuesta, los hombres también sufren acoso: el 25.8% en el lugar de trabajo y el 24.4% en la calle o el transporte público, aunque en la mayoría de los casos se trata más de bromas o miradas que de agresiones graves.
¿Por qué persiste el acoso?
Según otras organizaciones feministas, que el acoso persista incluso en espacios públicos está estrechamente relacionado con la cultura machista que aún predomina en el país.
Por su parte, organizaciones feministas señalan que la continuidad del acoso, incluso en espacios públicos, está profundamente ligada a la cultura machista que todavía persiste en el país.
«Es una acción de poder, los hombres tienen permitido en la sociedad hacer lo que quieran incluso en el espacio público, entonces lo hacen abiertamente y no siempre tienen consecuencias, hay una cultura de permisividad que alguna gente puede no estar de acuerdo con esas acciones, pero tampoco hace nada para detenerlas», sostiene Maricela Ramírez de la Resistencia Feminista.
Ante ello, ORMUSA propone fortalecer las campañas de prevención, facilitar los procesos de denuncia y garantizar medidas de protección para quienes reporten estos hechos.









