Juan Pedro Franco, el mexicano que en 2017 obtuvo el reconocimiento del Récord Guinness como el hombre más obeso del mundo, murió este lunes a los 41 años en Aguascalientes, su estado natal, a causa de una infección renal, confirmó su médico tratante.
Franco alcanzó notoriedad internacional después de que Guinness World Records registrara un peso cercano a los 600 kilogramos, una condición que lo mantuvo postrado durante varios años y lo colocó en un punto crítico de salud.
Tras su reconocimiento en 2017, Juan Pedro inició un tratamiento médico integral bajo supervisión especializada. El plan incluyó una dieta mediterránea y procedimientos quirúrgicos bariátricos —como manga gástrica y bypass gástrico— que le permitieron reducir cerca de la mitad de su peso inicial.
Gracias a estos avances, Franco mejoró su movilidad, recuperó parte de su autonomía y redujo riesgos asociados a enfermedades crónicas. Su historia se siguió ampliamente en medios internacionales por el impacto de su transformación.
En 2020, enfrentó y superó un contagio de COVID-19 pese a que su condición previa lo ubicaba entre los casos de mayor riesgo.
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El caso de Juan Pedro Franco
En los últimos días, una infección renal deterioró progresivamente su estado de salud mientras se encontraba hospitalizado. A pesar de la atención que recibió, las complicaciones derivadas de esta afección llevaron a su fallecimiento.
Su caso abrió un debate internacional sobre la obesidad como un problema de salud pública complejo, relacionado con factores médicos, sociales y psicológicos, y puso énfasis en la necesidad de atención integral y apoyo profesional.
El caso de Juan Pedro Franco quedó registrado como uno de los más conocidos a nivel mundial y como un recordatorio de los retos que enfrentan las personas que viven con obesidad extrema.









