La guerra entre Rusia y Ucrania empezó con la invasión del 24 de febrero de 2022, pero el conflicto lleva más tiempo gestándose. Ambas naciones tienen profundos vínculos territoriales, históricos y culturales. Y varios desencuentros. Como la independencia y la autonomía de Ucrania, la diferente visión sobre Europa y la soberanía sobre Crimea y el Donbás, entre otros. ¿De qué depende terminar este episodio sangriento entre dos naciones con siglos de historia común?
Los principales 5 puntos del conflicto Rusia – Ucrania
1. El pasado soviético
Rusia y Ucrania fueron parte de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas, URSS, que se fundó en 1922 y que fue disuelta en 1991. La Unión Soviética era ampliamente dominada por Rusia. Ucrania tenía un papel secundario, aunque fue determinante. Proclamó su independencia el 24 de agosto de 1991.
Ucrania ha buscado afirmar su soberanía y acercarse progresivamente a Europa, pero Rusia lo rechaza, porque considera que este país, con el que tiene frontera directa, es un espacio estratégico y cultural ligado a su identidad histórica.
2. El giro de Ucrania hacia Europa
Ucrania tiene una orientación geopolítica hacia la Unión Europea y la Organización del Tratado Atlántico Norte, OTAN. Rusia exige que Ucrania no ingrese en la OTAN y que limite su cooperación militar con occidente. Pero Kiev responde que su soberanía le da derecho a elegir alianzas, buscando seguridad y apoyo económico en la Unión Europea y en la OTAN.

Según diversas encuestas, entre los ucranianos hay un fuerte sentimiento pro europeo. En general, más del 80 % ha manifestado apoyo a la adhesión a la Unión Europea. Sin embargo, la confianza en que eso ocurra en menos de 10 años ha caído. Pasó del 73% al 52% durante la guerra. En abril de 2022, el 91% de los encuestados se opuso a la idea de que “rusos y ucranianos son un solo pueblo”.
3. Crimea está en Ucrania, pero es de Rusia
En 1954, durante la era soviética, Rusia le transfirió a Ucrania la península de Crimea, por decisión del entonces líder soviético Nikita Jruschov, como gesto simbólico una hermandad de tres siglos. En ese momento, fue una decisión interna de la Unión Soviética, sin consecuencias internacionales.
Y es que económicamente y en infraestructura de agua, electricidad y transporte, la península dependía más de Ucrania que de Rusia. Crimea es vital para Rusia. En el puerto de Sabastopol está la Flota del Mar Negro. Además, es el acceso al Mediterráneo, Oriente Medio y, por consiguiente, al Atlántico.

Una curiosidad histórica. Tras la independencia de Ucrania, Rusia le pagaba un alquiler $97 millones de dólares anuales por mantener en Crimea su Flota en la base naval de Sebastopol. Tenían acuerdos firmados hasta el año 2042, pero tras el giro de Ucrania hacia Europa en 2014, Rusia se anexionó Crimea y declaró nulos los acuerdos de arrendamiento, por lo que ya no paga nada a Ucrania. Rusia pide que se acepte esta anexión como irreversible. Ucrania exige la devolución de Crimea y lo considera territorio ocupado.
4. El Donbás, estratégico para Rusia y Ucrania
La región del Donbás es clave. Ha sido el centro minero y metalúrgico de Ucrania, de carbón, acero y producción de maquinaria pesada. Antes de la guerra, aportaba alrededor del 16 % del PIB ucraniano. Controlar el Donbás significa mantener autonomía energética.
Para Rusia, el Donbás es estratégico. Primero porque tiene una frontera directa y al controlarlo le asegura un corredor terrestre hacia Crimea. La región del Donbás está compuesta por dos provincias, Donetsk y Lugansk, que buscan su independencia de Ucrania desde 2014. Abarca unos 53 mil kilómetros cuadrados, casi 2 veces y medio el tamaño de El Salvador.
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El Donbás representa cerca del 9% del territorio de Ucrania y antes de la guerra albergaba más de 6 millones de habitantes, la mayoría, ucranianos ruso-parlantes. Rusia pide autonomía amplia para Donetsk y Lugansk dentro de Ucrania y el reconocimiento de su estatus. Ucrania responde que puede discutir descentralización, pero no aceptar pérdida de control soberano.
5. Rusia exige neutralidad militar a Ucrania
Rusia quiere que Ucrania se declare neutral, sin bases militares extranjeras en su territorio. Ucrania afirma que solo aceptará garantías de seguridad sólidas, equivalentes o mejores a las que ofrece la OTAN.

Pero Putin también mantiene su exigencia original de «resolver las principales raíces del conflicto», lo que prácticamente significaría poner fin a la existencia del estado de Ucrania y detener el proceso de expansión de la OTAN.
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