Este martes, Kardashian declaró ante el juez David De Pas y los presentes en la corte. Durante la audiencia se leyó una carta escrita por Aomar Ait Khedache, identificado como el cabecilla del grupo. En la carta, el acusado, quien no pudo hablar debido a problemas de salud, expresó su arrepentimiento y pidió perdón.
Al escuchar la carta, Kim no dudó en responder: “Lo perdono por lo que pasó, pero eso no cambia la emoción, los sentimientos, el trauma y la forma en que mi vida cambió. Gracias por la carta”, afirmó.
Entre lágrimas, agregó: “Siempre he querido ser abogada y luchar por las personas. Creo profundamente en las segundas oportunidades”.
El testimonio más personal de Kim
Durante su comparecencia, Kardashian relató con detalle lo vivido aquella noche. Agradeció a las autoridades francesas por permitirle compartir su versión y explicó el temor que sintió: “Estaba segura de que iba a morir. Les rogué que se llevaran todo, pero que me dejaran volver a casa porque tenía bebés que cuidar”.
También recordó que uno de los ladrones gritaba repetidamente la palabra “ring” (anillo, en inglés), lo cual al principio no comprendió. “Estaba convencida de que iban a dispararme o violarme, así que recé por mi familia”, confesó.
El caso de “Los Abuelos Ladrones”
El juicio involucra a diez acusados, la mayoría de edad avanzada, lo que llevó a la prensa francesa a apodarlos “Los Abuelos Ladrones”. Algunos ya cumplieron años en prisión preventiva, mientras otros, como el exboxeador Didier Dubreucq, enfrentan complicaciones de salud.
La acusación sostiene que los implicados actuaron en equipo, con roles claramente definidos y que planearon el ataque tras seguir los movimientos de Kardashian a través de sus redes sociales. “A pesar del plan, cometieron errores, como dejar rastros de ADN que permitieron identificarlos”, explicó Michel Malecot, uno de los investigadores del caso.









