El uso de las nuevas tecnologías se ha vuelto esencial en esta era. Sin embargo, pasar horas frente a pantallas sin supervisión expone a niños y adolescentes a la hiperconexión digital, un fenómeno que puede crear espejismos de relaciones y provocar serios problemas emocionales.
Riesgos de la hiperconexión digital
Ver a un adolescente con un celular es una escena habitual. Lo preocupante, advierten expertos, es la dependencia compulsiva que genera.
“La hiperconexión no solo es la cantidad de horas frente a la pantalla, también es la necesidad constante de revisar redes y notificaciones”, explicó el director ejecutivo de Qudox, Rodolfo Salazar.
Este patrón de conducta, según los especialistas, fomenta vínculos superficiales y una búsqueda incesante de validación en forma de “likes”. Salazar recalcó: “se ansía más recibir un like que un abrazo, y eso mina la autoestima”.
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Impacto en el desarrollo
Por su parte, la psicóloga Mónica Vanegas destacó que los adolescentes son más vulnerables porque su cerebro aún está en formación. “Durante esta etapa aprenden a relacionarse y a gestionar emociones; demasiadas horas en pantalla debilitan ese proceso”, advirtió.
Además, el consumo de contenidos que promueven comparaciones constantes puede aumentar la ansiedad, la depresión y la sensación de insuficiencia personal.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Ingrid Castellanos
El papel de la familia
Para Vanegas, la prevención depende en gran parte de los padres. “Usar la pantalla como niñera electrónica envía el mensaje de que el celular calma cualquier malestar, pero así se pierde tiempo valioso para hablar y jugar”, recalcó.
Los especialistas coinciden en que reducir el tiempo de conexión y fomentar la convivencia real son medidas clave para fortalecer las relaciones personales y proteger la salud emocional de los adolescentes.









