En 1971, el Centro Histórico de San Salvador vio nacer la Iglesia El Rosario, un ícono de la arquitectura moderna que rompe con los estilos tradicionales de los templos religiosos. Frente al parque Libertad, la edificación mide 24 metros de ancho y 80 de largo, tiene forma ovalada sin columnas y alcanza 22 metros de altura.
«Bueno, la primera Iglesia no era El Rosario, sino El Sagrario data de la época colonial, siendo el primer obispo Viteri Ungo, esa Iglesia El Sagrario pasó a ser la catedral de San Salvador. Como catedral funcionó durante buena parte del siglo XIX, el espacio de la antigua iglesia pasó a ser la Iglesia de El Rosario», destacó el historiador Gregorio López.
Por su parte, el historiador Alberto Ramírez añadió que «en 1964 aproximadamente se empieza la construcción del nuevo templo que es el que actualmente conocemos y a mediados de la década de los 70 se inaugura ya, con un modelo de iglesia bastante diferente».
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Ana Quintanilla.
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Entre luz, color y memoria: la historia que guarda la Iglesia El Rosario
Desde el exterior, la Iglesia El Rosario impone con su estructura, pero al entrar sorprende con un espectáculo de luz y color. Sin embargo, la historia más profunda yace bajo el piso: junto a la capilla de adoración se ubica una cripta que resguarda los restos de figuras ilustres de la historia nacional, entre ellos los próceres José Matías Delgado y Nicolás Aguilar.
Antes, era común que dentro de las iglesias se realizaran entierros, una práctica que reflejaba la profunda conexión entre la vida espiritual y la memoria de los fieles.
Fotografías: Cortesía.
«Esa práctica subsistió hasta bien entrado el siglo XIX y fue sólo hacia la década de 1880, en el marco de las reformas liberales en una búsqueda de secularización se crearon cementerios fuera de los recintos sagrados. Sin embargo, durante algún tiempo se mantuvo la costumbre de conceder licencias especiales para que algunas personas siguieran siendo enterradas dentro de las iglesias», dijo López.
En 1979, durante la represión militar de una manifestación, la Iglesia El Rosario sepultó en su interior a 21 personas que murieron en el hecho, convirtiéndose en un lugar de memoria en pleno conflicto armado.









