Las fiestas patronales no serían lo mismo sin las tradicionales ruedas, y en Santa Ana lo saben bien. Cada año, durante las Fiestas Julias, el campo de la feria se llena de juegos mecánicos que dan vida y emoción a la celebración.
Las ruedas se adaptan a todos los gustos: hay quienes buscan emoción y adrenalina en el Tagadá o el Barco Pirata. Otros prefieren las alturas de la rueda Chicago, y no faltan los que disfrutan algo más tranquilo, como el clásico Gusanito.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Maziel Méndez.
Cada noche, el campo de la feria se llena de luces, música y movimiento. Las familias recorren el lugar entre risas, tomando fotos y decidiendo a qué juego subirse primero. El bullicio y el ambiente festivo hacen que las ruedas se conviertan en uno de los principales atractivos de las Fiestas Julias.
Más que diversión, las ruedas evocan recuerdos y fortalecen una tradición que une a varias generaciones, donde padres e hijos disfrutan juntos la feria en las Fiestas Julias de Santa Ana.
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Diversión sobre ruedas: los juegos que recorren ferias en todo El Salvador
Cada vez que una feria llega a un pueblo o ciudad de El Salvador, trae consigo un pequeño mundo sobre ruedas. Son estructuras móviles que viajan de municipio en municipio, montándose en cuestión de días y convirtiendo cualquier campo abierto en un parque de emociones. Entre los más esperados están el Martillo, los Carritos Chocones, la Montaña Rusa, que giran, se balancean y dan vueltas al ritmo de la música, entre luces intermitentes que se encienden al caer la noche.
Más que una atracción temporal, estas ruedas crean un ambiente único donde el tiempo parece detenerse por unos días. Ahí, entre el olor a algodón de azúcar y el sonido de las bocinas, los salvadoreños encuentran una pausa en la rutina y un espacio para compartir alegría con los suyos.









