Una investigación reciente publicada por la Asociación Médica Estadounidense reveló que el uso excesivo de dispositivos electrónicos, como tablets, está estrechamente relacionado con episodios de ira y frustración.
Además, la investigación, que involucró a 315 menores de edad entre 3 y 5 años y medio, advierte que esta sobreexposición puede generar dificultades en el desarrollo emocional y cognitivo integral, debido a la falta de estímulos clave para el crecimiento infantil.
La psicóloga Idalia Cabezas reflexionó sobre este punto, indicando que «sobre todo en la niñez, el cerebro se desarrolla a través de la actividad, del movimiento, es crucial el buen sueño, el descanso, también el juego. Entonces, todos esos entes son sumamente esenciales para el buen desarrollo del niño, en todos los aspectos, en lo social, en lo cognitivo y en lo emocional. Por eso es que no los podemos dejar solos con los dispositivos, hay que regularles el uso y el tiempo».
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Alexander Montes.
Uso excesivo de dispositivos electrónicos disminuye el volumen cerebral
Por otro lado, la estimulación temprana durante los primeros cinco años de vida es fundamental para el desarrollo de habilidades sociales, de lenguaje y emocionales, que se vuelven elementos esenciales al momento de la interacción con otras personas.
Sin embargo, la pediatra neonatóloga Roxana Tobar señala que el uso excesivo de pantallas en la infancia puede afectar esta evolución al impactar la estructura cerebral
«Hay evidencia científica de que se disminuye el volumen cerebral y, dentro de este, la masa encefálica blanca, la cual está muy relacionada con la gestión de las emociones. ¿Qué quiere decir esto? El hecho de ser empáticos, solidarios, controlar precisamente la ira, tener más tolerancia», detalló Tobar.
Te podría interesar: Viajar con las puertas abiertas: un peligro para la seguridad de los pasajeros en autobuses
49.4% de usuarios de tablets son niños
Según datos del Censo 2024, en El Salvador, el 49.4% de los usuarios de tablets son niños entre los 3 y los 14 años. Ricardo, de 7 años, es uno de ellos y divide el uso de su dispositivo entre juegos y tareas escolares.
«Uso la tablet dos horas al día. Primero hago mis deberes, luego juego o adelanto trabajos», comenta. Aunque mencionó que la apaga cuando se aburre, su caso refleja una realidad en la que muchos niños dependen de la tecnología no solo para su entretenimiento sino también para su educación.
Ante este panorama, la pediatra Tobar destacó que la tecnología no es perjudicial si se utiliza con control. Por ello, recomendó que los niños menores de 6 años no tengan acceso a estos dispositivos, y que la exposición de los niños entre 6 y 12 años no supere una hora al día.









