Estados Unidos lanzó una ofensiva sin precedentes contra instalaciones nucleares clave en Irán y «devastó» su programa nuclear, afirmó este domingo el secretario de Defensa, Pete Hegseth.
Mientras tanto, el director de la Media Luna Roja iraní, Pir Hossein Kolivand, aseguró que no se registraron víctimas mortales a causa de los ataques.
Los bombardeos sorpresa se producen en medio de una creciente tensión en Oriente Medio, luego de que Israel iniciara una campaña militar contra Irán. Teherán ha prometido responder a la intervención de Estados Unidos, lo que incrementa el riesgo de una escalada regional.
A pesar del ataque, el gobierno estadounidense insistió en que el presidente Donald Trump busca evitar un conflicto mayor. Washington instó a Irán a cesar las hostilidades, tras confirmar que los blancos fueron la planta subterránea de enriquecimiento de uranio en Fordo y las instalaciones nucleares de Isfahán y Natanz.
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«Devastamos el programa nuclear iraní», declaró Hegseth en una conferencia de prensa desde el Pentágono. Añadió que la operación “no tuvo como objetivo ni a las tropas ni al pueblo iraní”.
«Trump busca la paz, e Irán debería seguir ese camino», enfatizó el secretario de Defensa. «Esta misión no se trataba, ni se ha tratado, de un cambio de régimen».
Por su parte, el general Dan Caine, alto mando del Ejército estadounidense, afirmó que “las evaluaciones iniciales de los daños de la batalla indican que los tres emplazamientos sufrieron daños y destrucción extremadamente graves”.
Protestas en Teherán por ataques estadounidenses
Cientos de personas salieron a las calles en el centro de Teherán para protestar contra los ataques de Estados Unidos e Israel.
Imágenes difundidas por la televisión estatal mostraron concentraciones en las que los manifestantes ondeaban banderas y coreaban consignas contra ambas naciones.
El presidente Trump calificó la operación como un “éxito total” en un mensaje a la nación horas después del ataque. Su declaración fue respaldada el domingo por la mañana por el vicepresidente J. D. Vance.
“Sabemos que anoche retrasamos considerablemente el programa nuclear iraní, ya sea durante años o incluso más”, declaró Vance.
“No estamos en guerra con Irán; estamos en guerra con su programa nuclear”, añadió. “El presidente tomó medidas decisivas para destruirlo anoche”.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de la ONU informó que no se ha detectado ningún aumento en los niveles de radiación en las zonas atacadas, mientras que Teherán indicó que no hay señales de contaminación.
Irán promete responder: podría cerrar el estrecho de Ormuz
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, calificó los ataques de una “grave provocación” y advirtió que tanto Estados Unidos como Israel “cruzaron una línea roja muy grande”. Declaró desde Estambul que Irán continuará defendiéndose “por todos los medios necesarios”.
En respuesta, el Parlamento iraní solicitó el cierre del estrecho de Ormuz, paso estratégico que conecta el golfo Pérsico con el océano Índico. La medida aún debe ser evaluada por el Consejo Nacional de Seguridad de Irán, pero su posible aprobación tendría implicaciones a escala global, especialmente en el comercio energético.
Reacción de Israel
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, celebró los bombardeos estadounidenses, y elogió la decisión del presidente Trump de atacar directamente las instalaciones nucleares de Irán.
“La decisión de Trump de atacar las instalaciones nucleares de Irán con el imponente y justo poder de Estados Unidos cambiará la historia”, declaró Netanyahu.
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