El uso de dispositivos tecnológicos como celulares y tablets se ha vuelto habitual entre los estudiantes desde edades tempranas. No obstante, su presencia en el aula puede afectar la concentración y el aprendizaje, según advierte un estudio reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial.
El informe, centrado en estudiantes de entre 12 y 15 años en América Latina, reveló que los jóvenes pasan entre dos y tres horas al día usando dispositivos móviles, también durante el horario escolar. Ante esta situación, algunos padres reconocen la necesidad de regular el uso de celulares en los centros educativos.
«Nada más prestárselos unos cinco minutos y de ahí pues quitárselos para que ellos vayan ubicándose ya en la responsabilidad del estudio», expresó Roxana Abigail López, madre de familia.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Aldair Tadeo.
Por su parte, desde el sector privado reconocen que la tecnología forma parte esencial de la educación actual, pero enfatizan que el verdadero desafío es aprender a usarla de manera responsable.
«En la escuela o en el colegio debe existir un departamento de tecnología que debe tener muy en cuenta hacer que el estudiante aprenda a usar muy bien el dispositivo», afirmó Javier Hernández, presidente de la Asociación de Colegios Privados (ACPES).
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Impacto del uso de dispositivos tecnológicos en las aulas
Entre los hallazgos más relevantes del estudio del BID y el Banco Mundial destaca que el uso del celular puede aumentar la distracción de los estudiantes hasta en un 60%, lo que podría traducirse en la pérdida de entre tres y cuatro horas efectivas de clase al día.
Además, el informe evidenció que los estudiantes usan con mayor frecuencia sus celulares para jugar en línea, interactuar en transmisiones en vivo en redes sociales y, en menor medida, responder mensajes en chats.









