La deforestación avanza en El Salvador. Entre 2001 y 2023, el país perdió el 8.5 % de su cobertura arbórea, según datos de la plataforma de monitoreo de Global Forest Watch.
El estudio indica que esa pérdida representa un serio riesgo para el medio ambiente, los recursos hídricos y el bienestar de la población.
«Podemos clasificar como tres actividades principales que dañan los bosques: el cambio en el uso del suelo para agricultura industrial, la urbanización ilegal, y la tala para madera», explica Luis González, de la Unidad Ecológica Salvadoreña.
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Consecuencias visibles en la cobertura boscosa
Con la pérdida de bosques ya se tienen impactos concretos:
- Ríos que se están secando
- Comunidades con escasez de agua
- Aumento de temperaturas
- Afectaciones a cultivos y a la salud pública.
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¿Qué se puede hacer?
Expertos insisten en que las soluciones deben ser sostenibles y de largo plazo. Algunas acciones claves que pueden ayudar a la cobertura boscosa:
- Campañas de reforestación comunitaria
- Aplicación de sanciones efectivas contra la tala ilegal
- Procesos de restauración ecológica en zonas degradadas.
«No basta con sembrar árboles y dejarlos a su suerte. Hay que adoptarlos y cuidarlos durante años para que realmente sobrevivan», advierte Walter Gómez, técnico del Programa de Soberanía Alimentaria del Centro de Tecnología Apropiada, CESTA.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Andrés Cortez.
Cuidar los árboles también empieza en casa
Preservar los árboles no es solo una acción ambiental, es una inversión en el futuro. Los expertos afirman que desde los hogares también se puede contribuir:
- Plantando árboles en patios y jardines
- Reciclando y reduciendo residuos
- Apoyando proyectos de conservación ambiental
- Proteger los árboles es proteger la vida.









