Seguramente ha escuchado sobre “el Cuchubal”, una práctica financiera informal muy común entre amigos, compañeros de trabajo o familiares. Aunque para muchos representa una forma sencilla de ahorrar en grupo, expertos advierten que también puede convertirse en un riesgo de estafas si no se maneja con precaución.
“El Cuchubal” consiste en un mecanismo colectivo de ahorro en el que cada participante aporta una cuota fija —ya sea mensual o quincenal— y, mediante un sorteo, se establece el orden en que cada integrante recibirá el monto acumulado. Este ciclo se repite hasta que todos los miembros obtienen su turno. Los grupos suelen formarse entre cinco y doce personas, aunque puede variar.
Para Julia Vázquez, quien participa por primera vez este año junto a su familia, esta práctica le ha resultado una manera efectiva de ahorrar.
“Considero que hay menos riesgo de fraude o robo cuando se hace entre familiares, porque existe mayor confianza”, comenta.
Video/TCS.
Ventajas y desventajas de «el Cuchubal»
De acuerdo con especialistas en finanzas, “el Cuchubal” puede ser una herramienta útil para fomentar el hábito del ahorro y la disciplina financiera. Entre sus ventajas destacan que no requiere historial crediticio, no cobra intereses ni comisiones y promueve la confianza y solidaridad entre los participantes.
Sin embargo, también presenta riesgos importantes. La falta de regulación formal lo hace vulnerable a estafas o robos, y su éxito depende completamente de la responsabilidad y cumplimiento de cada miembro. Si alguien incumple, todo el grupo puede verse afectado.
“El beneficio principal es que no se paga por el uso del dinero ajeno y permite organizar el ahorro de forma gradual”, explica el economista Balmore López.
No obstante, advierte que la impuntualidad o los incumplimientos pueden alterar la dinámica del grupo y poner en riesgo los fondos.
Por su parte, el abogado Douglas Portillo recomienda establecer un acuerdo por escrito entre los participantes, donde se registre cada aporte y entrega de dinero. “Esto puede servir como respaldo en caso de conflictos o irregularidades”, señala.
Más allá de los riesgos, “el Cuchubal” sigue siendo una práctica popular por su accesibilidad y simplicidad, pero los expertos aconsejan realizarlo con personas de confianza y establecer mecanismos claros de control para evitar posibles engaños.









