Hace más de 60 años, la oscuridad se apoderó de Panchimalco con la aparición de un enigmático personaje, conocido como «El Cenicero». Según la tradición oral, este hombre se llevaba a las mujeres vírgenes del pueblo, y lo inquietante era que lograba hacerlo sin forzar puertas ni dejar rastros.
Su presencia dejaba un macabro intercambio: tomaba a sus víctimas, pero a cambio dejaba un muerto que llevaba consigo hasta encontrar a su elegida, dejando tras de sí un rastro de misterio y temor que aún persiste en la memoria de los habitantes.
«Es puro demonio, ahí iba con su muerto, ya salía para la casa donde él había visto a la muchacha y ya cuando él iba aunque había bastantes perros no sentía y cuando él entraba ya la puerta se abría», narró Maura Méndez, habitante de Panchimalco.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Raquel Castaneda.
¿Cómo entraba a las casas?
De acuerdo con la tradición popular, este personaje visitaba los cementerios para extraer huesos de los difuntos y crear con ellos una llave mágica que abría cualquier puerta.
«Para llegar a convertirse en un «Cenicero» tenía que hacer la renuncia a la iglesia, al lado de Dios y hacer oraciones para poder él tener la potestad de ir a sacar un hueso que se convertía en una llave y con eso podía abrir cualquier puerta, no había puerta que se le negara», contó Amílcar Ramírez, residente de la zona.
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Familia logró capturar a «El Cenicero» de Panchimalco
Una de las familias atormentadas por este ser maligno logró capturarlo. Lo ataron de manos y, con la ayuda de una herramienta divina, lo azotaron para expulsar al demonio.
«Mi bisabuela con el «cordón de San Francisco», un cordón que se amarran aquí los sacerdotes, a pues con ese le pegó y le quitó la camisa y en cruz le hizo, ellos decían los «riendazos», así como caballo hasta que lo desangró», aseguró Méndez.
Hasta hoy, algunos habitantes aseguran percibir la presencia de este oscuro personaje, aunque confían en que la oración les dará la fuerza para enfrentarlo.
